Por si el viento me lleva a cuando jugábamos al borde del mar


 Por si el viento me lleva a cuando jugábamos al borde del mar

me preparo para ese viaje y me hago más pequeño 

y simplemente me dejo pasear por aquél perro que me arrastraba por la playa

sus orejas eran enormes y su entusiasmo era fantástico.

La bici vieja y oxidada me llevaba por los senderos de la vida

mientras el perro me trasladaba a otra dimensión

era libre y yo lo era con él. 

Me dan pena los estados de tanta pena y de tan escasa pasión

prefiero oír tu canción

y de fondo escuchar el rugido del mar. 

Tardes y noches

viendo el mar y las estrellas fugaces

mientras tu ternura me daba fuerzas para vivir

y la sombra oscura de tu cuerpo

me escondía de la luna

pero no importaba

la luna seguiría ahí

y tu figura se iría diluyendo con el paso del tiempo

y porque así estaba escrito y antes de que lo supiéramos.

En realidad había cuatro cosas que me importaban por encima de las demás:

tú, mi perro, la luna y mi vieja bici.


















 

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JULIO CORTÁZAR