Que vanidad la mía


 Que vanidad la mía

por decirte te quiero sin más preámbulos...

debería pedirte primero

si tengo tu permiso para quererte

si te gusta que te quiera de esa manera tan mía

si deseas que te quiera hasta el infinito del universo.

No sé si antes de quererte de esa forma tan nítida

tendría que que andar de rodillas

sobre la piedra mojada por la lluvia

y dándome de latigazos en mi espalda

y hasta que la sangre se deslizara hasta mis pies.

















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JULIO CORTÁZAR