Lo más frágil que hay en mí...

 

Lo más frágil que hay en mí

es mi propia apariencia,

parezco fuerte por fuera,

duro, fuerte y sonriente

y sonriente porque me gusta sonreír más que llorar

y que me perdonen los que piensen que he habitado en ellos

y porque a veces, 

hasta he sido parásito en un ser ajeno

me amoldaba al hueco que me dejaba

y al principio no hacía ruido, ni apenas me movía, 

y me mimetizaba a su forma de ser y de estar

hasta que pasado un tiempo

empezaba a hablar y opinar

y poco a poco iba comiendo su terreno

y hasta que un día esa persona 

tenía más de mí que de ella

ella hablaba 

pero yo era el que movía los hilos que movían su lengua y sus labios

ella pensaba 

pero su cerebro estaba invadido por mis ideas

ella soñaba

y su sueño siempre empezaba y acababa en mí

ella decía que me quería

y porque yo antes, se lo decía

y ella un día me dejó

y porque ese mismo día

se dio cuenta que había sido invadida

por una fuerza extraña.















No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR