A veces contemplo el sol
y siento que todo es fugaz.
Que lo bueno, es un instante,
que no hay luz sin sol
y que no hay luna sin amor...
o puede que
simplemente lo esté extrañando,
que sin él,
yo me convierto en sirena,
y en las noches de luna llena,
mis escamas darán reflejos de oro y plata
y cuando se acerca el amanecer,
de sirena pase a convertirme en un pez,
un pez con alas...pero con agallas,
un pez sin penas, sin exceso de glorias,
un pez sediento de amor.

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