Los días pasan
y a veces me atraganto con uno de ellos
por lo demás, no pasa nada
y ese es el verdadero problema
que no pase nada
y que tu vida se transforme en una maldita balsa de aceite
donde nunca ocurren cosas
ni tienes asuntos pendientes
ni nudos por atar o desatar
ni haces nuevos amigos
ni creas nuevos enemigos
ni el amor llama a tu puerta
ni el aire corre cuando abres las puertas de par en par
ni siquiera llegas a diferenciar los días
y entonces piensas...
tendré que recurrir a la disciplina
anotaré el día en que vivo
haré memoria de donde vengo
me pellizcaré para que mi cuerpo acepte que sigo vivo,
pondré señales de lo que me está prohibido
le daré sentido a lo que está patas arriba y del revés
y pondré los pies en el suelo
y tocarlo y hasta sentir el temblor de un volcán imaginario
que ha explotado al otro lado del mundo
y que el mundo se ponga delante de mi
y para indicarme hasta donde puedo llegar.
Yo no lo sé
y por eso, se lo pregunto a él.

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