Y hoy es lunes 16 de junio de 2.025. Y otro día asfixiante y caluroso y menos mal que sopla un poco de viento, que no mucho, pero que en el fondo se agradece y para seguir subsistiendo, que no viviendo. Mientras tanto esta Isla en donde vivo se va llenando de guiris y turistas. No todos los guiris son turistas ni todos los turistas son guiris y porque en ésta Isla el guiri de verdad y de pura cepa, es un tipo inglés blanco y sonrosado o rojo como un tomate y según le ha dado el sol y porque durante años fue el personaje dominante de entre todo el abanico de turistas. Ésta Isla fue colonia inglesa durante un período largo de tiempo y quedan vestigios de aquella época. También fue colonia francesa, pero durante mucho menos tiempo. Y hasta aquí también llegaron los árabes pero poco tiempo y casi no pudieron dejar su huella impresa. Fue y es una Isla muy deseada y porque era un buen escondite para los corsarios y piratas y porque debido a su pequeño tamaño tampoco era un objetivo demasiado sabroso para los que iban de grandiosos, digamos y es lo que yo pienso, que quién la invadía se aburría al día siguiente. Roca sobre roca y mar todo alrededor y cuatro calas sumamente preciosas y dos playas que los nativos piensan que están entre las mejores del mundo, pero que no lo son y porque yo lo digo. Yo, cuando aterricé en ésta Isla me pareció preciosa por sus cuatro costados y me lo sigue pareciendo, pero de ahí a decir, que estamos en el puto paraíso que es lo que lo dicen, tengo que decir, que no conocen como es el paraíso. Y yo tampoco lo conozco, pero me supongo que debe de ser la suma de pequeñas maravillas que existen por todos los rincones de este mundo y planeta. Yo lo veo así y por eso en cada sitio que he vivido y visitado he encontrado verdaderos monumentos a la belleza y me quedo con todos ellos y por eso, pienso que cada uno es una pequeña parte del paraíso.
Yo no voy de que en donde vivo es lo mejor del mundo o donde nací o donde simplemente viví en otros tiempos anteriores. La belleza se suma la una a la otra y no se compara y para saber cual es mejor. Claro, que después están los nativos de cada sitio que tienen una visión demasiado sesgada y corta y se llenan la boca con el susodicho, de que el sitio en donde vivo es lo mejor del mundo y del universo. Y van y se quedan todos contentos. Después les dices cualquier cosa sin importancia sobre algunas de sus costumbres locales y entran en barrena y se ponen todos locos y porque al fin y al cabo, tú eres un puto forastero que no tienes raíces insulares y por eso te debes callar. Por un lado, lo entiendo un poco, ellos han nacido en éste pedazo de roca y tierra y de alguna manera tienen que manifestar su orgullo de pertenecer a una tribu que tiene sus propias costumbres y hábitos, pero creo que el orgullo no debería llevarte tan lejos y así cerrar tu caparazón a la mínima crítica o propuesta que se plantee. Y por eso, entramos en el otro lado de la película y no entiendo para nada que se sientan agredidos por la opinión de un simple ser humano, que en éste caso es un puto forastero, pero que a lo mejor ha visto otros mundos que son totalmente diferentes a este y hay que oír y escuchar al que vivió en otros lugares.
No es que me siento ofendido por esto y porque en realidad me importa un huevo que los nativos de ésta Isla escuchen mis opiniones y apreciaciones personales. Llevo aquí bastantes años para comprender que ellos son muy suyos y ante el que es de fuera, se protegen entre ellos y cierran filas ante el forastero. Quiero decir, que entre ellos se pueden echar los trastos a la cabeza, pero si entras tú dando tu opinión, ellos olvidan sus diferencias de opinión y de criterio y todos juntos van a por ti y todo porque no eres de aquí. Esto no solo lo he visto en ésta Isla y cuando trabajé en pequeños pueblos bastante aislados de la llamada civilización, me pasó exactamente lo mismo y de alguna manera te estaban diciendo, tú no eres de aquí y te vas a ir dentro de dos o tres años y nosotros seguiremos aquí y entonces no vengas a criticar como funcionamos y como nos relacionamos entre nosotros. La defensa del terruño es una cosa muy fuerte y ella te hace ver que tu opinión (la del forastero) es pasajera y que vale para el que vive en la metrópolis, pero no vale casi nada para el que tiene que vivir en el culo del mundo.
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