Me estoy cansando del tema de la escritura y porque le dedico y le he dedicado tantas horas y tanto tiempo, que esa misma idea me abruma y a veces hasta me arruina como persona. Si todo ese tiempo se lo hubiera dedicado al querer, a lo mejor ahora estaríamos paseando por el muelle del pueblo cogidos de la mano y juntos nos iríamos bañar y quién sabe, a lo mejor iríamos a cenar a un bonito sitio y después de cenar nos iríamos a follar como descosidos. En la viña del señor todo puede ocurrir y yo por ejemplo, podía ser otra persona y tan distinta a lo que ahora soy, que podría ocurrir que hasta yo mismo ni me reconocería. Hasta a lo mejor, estaría viajando por el mundo y hiendo de sitio en sitio y en busca de todas las bellezas naturales que ahora me estoy perdiendo. La belleza me gusta y me entusiasma, pero como yo funciono al revés, yo me imagino más y mejor esa inmensa belleza que tendría ese sitio tan lejano. Imaginaros por un momento que ésta isla en donde vivo es preciosa por sus cuatro costados, que lo es, pero en el mundo tiene que haber millones de sitios tan preciosos o más y bueno, yo no los voy a conocer y porque no me dará tiempo y porque para mí el viajar ha perdido su glamour. Pero eso mismo, no debía importarme mucho, pues en todos los lugares del mundo, hay sitios escondidos que son el colmo de la belleza. Pero mi vejez de ahora, marca mis límites y ya no estoy para subir grandes montañas ni para ir a playas nudistas y por el tema del sol (que no lo soporto) y por los colgajos de piel que me cuelgan y que hasta unos pocos años, estaban rellenos de grasa. Nunca me gustó verme ante un espejo, pero ahora me gusta mucho menos y reconozco mi vejez y la asumo y hasta me revindico como un puto viejo que soy, pero es que a veces me pasa que por fuera me siento mucho más viejo que por dentro. Aunque eso, lo dicen casi todos los que se sienten feos y viejos. Y porque el tema de la belleza interior da para mucho.
Pero los años pesan y a veces pesan tanto que te hunden en la miseria. Aunque yo no dejo vencer por mis malos tragos y enseguida doy dos pasos más y entonces, recupero el equilibrio y levanto mi ánimo y como si fuera en ascensor desde el sótano al último piso. Yo sé que a veces toco suelo y me pongo a vivir en el subsuelo, pero ese tema me dura poco y porque no me gusta estar mucho tiempo, en plan deprimente y porque la visión del mundo que se tiene desde abajo, es demasiado dolorosa y porque me hace demasiado daño. Yo en ésta vida me he comido muchos marrones, pero eso no quita y para nada, que los que me fueron rodeando a través de los caminos, no se comieran millones de marrones. Y algunos se comieron tantos, que se instalaron a vivir en las alcantarillas o en las cloacas. Aunque ese tema no es una suma de marrones y a más marrones estarás más deprimido y al revés también pasa lo mismo.
Lo mío de ahora o sea, todo lo que escribí en este momento, es un puto desahogo de mierda. Es como cagarme en todo y esa gran cagada libera todos mis traumas a la vez. Y por eso ahora, me siento más animado y ya no veo casi todo negro. A veces veo la luz al final del túnel y otras veces veo como se encienden todas las luces del cielo y hasta veo estrellas fugaces recorriendo el firmamento y hasta siento como la luna mueve las mareas de los océanos y hasta y hasta y hasta...

No hay comentarios:
Publicar un comentario