UN GOLPE BAJO

 

Si hasta ahora y después de todo lo que he pasado, ya no me pudo hundir nadie y en tal en caso y para lo que me queda en el convento, me puedo hundir yo solito o no hundirme y quedarme como estoy. Como dice esas frase..."la pelota está sobre mi tejado" y yo seré el que tengo que decidir que hago con mi cuerpo y que ya sé que mi cuerpo va para menos. Hay que partir de lo  real y ya no tengo 20 añitos para hacer gilipolleces con mi cuerpo, pero sí que por encima de todo debo mantenerme en la mejor forma que pueda tener a mis 69 años, que como dice mi hijo pequeño cuando cumplas 70 años, ya serás declarado oficialmente como viejo. Vamos que no estoy para correr maratones y carreras de 200 kilómetros, ni siquiera estoy para llegar al primer campo base de una escalada al Himalaya (he dicho, campo base), ni para batir recórds de apnea bajo el agua. Y hablando de lo que puedo o no puedo hacer, el otro día recibí un palo muy grande (demasiado grande para mí) y porque no fui capaz de montarme en una bicicleta eléctrica y por miedo y por inseguridad en mi propio cuerpo. Yo tengo mi propio talón de Aquiles (que antes no lo era) y son mis piernas y porque están sumamente afectadas por falta de riego sanguíneo y debido a su vez, a que por haber fumado de esa manera tan bestia y tan descontrolada, se me fueron obstruyendo las arterias hasta el 60% y el 70% respectivamente de su capacidad total y entonces ando entre 300 a 400 metros y hay partes de mis piernas (sobre todo los gemelos) que lógicamente al hacer ejercicio, piden más demanda de riego sanguíneo, pero como esa es una demanda imposible de ser realizada por mis obstruídas piernas, pues me lo reclaman a gritos y con un dolor tan intenso que me obliga a tener que pararme (dolor incapacitante). Me paro dos o tres munutos y recupero el riego sanguíneo de mis piernas y puedo andar otros 300 o 400 metros y se vuelve a repetir exactamente la misma operación.

Bueno, pues yo que era un auténtico as andando en bicicleta pues miradme ahora y que ya sé que las bicis eléctricas pesan un huevo y más de un lado que del otro, pero de ahí a casi caerme y comerme el suelo de la calle y porque la inseguridad y el miedo, te desequilibran. Miedo e inseguridad debidas a que mis piernas son mi talón de aquiles y ya sé que no puedo ni voy a mejorar y es como ir despidiéndote de cosas que para tí eran demasiado importantes. O sea, que a joderme toca y quieres andar en bici súbete a una bici estática, cosa que al menos hago.

Pero desde el día 1 de agosto me dije que me hacía unas vacaciones de la bici y del gimnasio y van 25 días y estoy hecho unos zorros y camino mucho peor y la debilidad de mis piernas se ha multiplicado por diez. Y si veo y observo todo esto que ahora estoy diciendo, la conclusión es demasiado clara y hay que volver a la bici estática y al gimnasio y porque ya casi he dejado de caminar y porque estoy hasta los cojones de pasar dolor y de tener que pararme cada 300 metros y ahora tengo que sumar que no puedo darme paseos en mi bici eléctrcitica. Y esto último ¡si que ha sido un golpe bajo!.














No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR