No, no quiero nada de nadie
y esa es la letra de una canción
porque la realidad es otra
y la otra cara del amor es el desamor
y juntos pudimos habernos comido el mundo
pero apenas nos comimos un poco de nada
y por eso cada uno estuvo buscando
el reflejo de nuestros almas en otros rostros
en otros cuerpos, en otros ojos y hasta en otros dedos
y nos convertimos en vampiros de la noche
y de bar en bar buscábamos la yugular más parecida
y el latido de aquella canción
era el punto de arranque
para de nuevo pensar
que estabas en la senda correcta hacia aquél amor
¡y que equivocación!
faltaba la profundidad de tu mirada
la carcajada libre y sincera
las caricias con tus palabras
la seda de tus dedos
y el pálpito de tu corazón contra el mío,
corazones acelerados que tenían necesidad de querer
de esa forma siempre tan nuestra.
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