NADIE

Nadie, nadie me dice nada,
ni tan siquiera un saludo o una triste palabra,
nadie es nadie o sea nadie,
nadie es el silencio de los cementerios,
 nadie es el vacío en el que floto,
nadie es el valor de mi palabra,
 nadie o nada, que más dá, nada que nadie.
Nadie me regala una caricia,
ni tan siquiera un sólo un beso.
Nadie me oye, nadie me escucha,
ni afina su oído ante mis letras,
Nadie me dice un te quiero,
o un te necesito, aunque sea un poco,
o que simplemente me lo diga de forma ficticia,
no me importa que me engañe,
ni que me narre un cuento de hadas,
sólo me importa, que me diga: ¡te quiero!.
Nadie me espera en la puerta de mi casa,
ni mucho menos a la vera de mi cama,
y si de noche me abrazo a alguien,
yo me despierto siempre, con tú aroma de gata,
aunque en ello yo no encuentro consuelo,
sólo noto el desamparo de un día de lluvia,
o el temor a una noche relámpagos,
o el día en que dios se empeñó,
en hacernos bailar al ritmo de los terremotos.
  Nadie es mejor que nada,
o nada mejor que nadie,
son dos caras de la misma moneda,
en una se antepone, el vacío que dejaste,
y en otra se antepone, el que siempre te eche de menos.

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JULIO CORTÁZAR