DÍMELO (Poema)

Adviérteme,
adviérteme, que si no me pierdo,
y dímelo con palabras altisonantes,
dímelo sin misericordia, sin piedad, sin pena,
pues es la única forma de intentar entenderte.

 Hace tiempo que no escucho el silbido del viento,
y echo tanto de menos las voces del más allá,
esas voces, que resonaban dentro de mi cabeza,
como tambores lejanos o ¿eran martillazos?,
la verdad es que ni me acuerdo,
hace tanto tiempo que me dejaron sólo,
en medio de éste páramo estepario,
acompañado sólo por los aullidos de los lobos,
y por mis propias paranoias y miserias,
que ya ni mi memoria se acuerda de mí.

Dímelo con fuerza, y dímelo sin tapujos,
pero dímelo de una puñetera vez,
yo no merezco tús sonrisas, ni tú voz melosa,
ni tús caricias de mujer pantera,
ni tú cariño, ni tú amor de adolescente,
ni tús sentimientos verdaderos,
yo sólo me merezco ,
que me tires como una colilla,
y que me maltrates, que me chilles,
que me pegues,
que me arranques la piel a tiras,
y que me deposites en el cementerio de la esquina,
ese mismo cementerio, donde enterraron a mi perro.

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JULIO CORTÁZAR