BICHITOS (Alucinación)

Mientras hacía la comida, me quedé sin fuego para encender un cigarrillo y ya se sabe o por lo menos yo lo sé, que no puedo quedarme sin fumar un largo rato, pues me entra el mono asesino. Y para encenderlo tuve que hacerlo en la placa de la vitrocerámica. Y aquí es donde empecé a alucinar un poco, porque de repente me topé con miles de bichitos microscópicos, que se movían como si fueran hormiguitas y aquí cogí aire, pensé si era verdad aquello que estaba viendo, miles de bichitos minúsculos y que nunca había visto. Pensé en una reciente siembra de huevos, pero no me coincidía ni el tamaño ni el tipo de bichos. Me quité las gafas, por si acaso, pues yo veo mejor de cerca, sin ellas y nada los bichitos seguían allí moviéndose de un lado al otro de la vitrocerámica.

                          Y os juro que no había fumado un porro, ni siquiera una cerveza, ni me chuté nada, ni esnifé, nada de nada, a pelo, os digo aluciné a pelo. Hoy he descubierrto un bichito nuevo y mi curiosidad humana me llevó a observarlo. Pensé que el bichito no podía tener ojos, pues si los tenía serían más grandes que su minúsculo cuerpo. Seguí experimentando y encendí los fuegos de uno en uno, supongo que a ver como quedaban achicharrados (reminiscencias de la infancia) y nada, bueno sí se apartaban del fuego, pero lo hacían poquito a poco, como ese calor infernal sólo les molestara un poco, pero nada más, que un poco. Así que deduje que eran bichitos resistentes al calor y que a lo mejor vivían dentro de la vitrocerámica y que por casualidad habían salido hoy, hoy a darse un paseo.

                          También pensé, que como había limpiado la vitro con uno de esos productos que son específicos para ella, a ver si éste producto de limpieza se había pasado al bando contrario y la casa fabricante se había decidido a hacer la limpieza con productos biológicos o sea con los dichosos bichitos. Y aquí, ya se me fué definitivamente la imaginación al garete y empecé a dar rienda a posibles teorías. Los bichitos podían haber sido manipulados, por esos procesos nuevos y tan complejos, de manipulación de los genomas, o sea pasaron de ser bichitos tranquilos y vividores dentro de las vitros, a bichitos voraces de la grasa y demás mierdas que quedan pegadas a la placa. Cosas peores han inventado, ahora hay engendros genéticos o transgénicos para todo. Hasta yo estoy pensando en manipularme geneticamente y hacer un Brunito trasgénico, seguro que mejoraría la raza, pues la mía ya está cogiendo la pendiente. Pero tranquilos, que la pendiente es kilométrica y antes de llegar a la meta, aún tengo que hacer un millón de paraditas.
Ahora me vino a la cabeza, que podían ser las tantarantillas, esos bichitos pequeñitos que tiene en sus huevos las ladillas . Pero de inmediato pensé, que yo no tenía ladillas y me quedé mirando al perro, como interrogándolo, y a ver si era él, el que tenía ladillas...

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JULIO CORTÁZAR