LAPSUS (Reflexión resacosa)


Yo si que hoy estoy inoperativo, hoy y ayer. Dos días de curre y de pocas horas de sueño y sobre todo de deseo, de deseo de llegar a mi casa y descansar de verdad, como hombre maltrecho o como una piltrafa humana. Tampoco voy a decirme que me considero un bulto con dos ojos, aunque en éstos momentos estoy rozando ese estado. Hoy me desperté en medio de un sueño, mejor dicho en medio de una pesadilla y la vuelta a casa se hizo insufrible, 45 km. de mierda, pero a mi se me multiplicaron. Entre el mal sabor de la pesadilla, entre que no me tomé ni un sólo café y entre que el sol me dió todo el tiempo de cara, el viaje fué una tortura. Después ya me despaché como de costumbre, unos buenos cafés y una sobada de hora y media y aquí estoy, nuevo y reluciente, pues la ducha también entra en el mismo kit. El kit de después de la guardia.

                      Tengo demasiadas cosas en el coco y lo primero que tengo que hacer, es ordenarlas. No sé, en un sólo día tengo esa sensación de que no me aclaro mucho, es como si me faltara el aire así, de primeras o esa sensación de que me ahogo en una gota de agua. Pero digo yo, que será producto del cansancio y del agotamiento. Seguro que es eso, pues ahora que ya he descansado un poco, y ya me encuentro de nuevo por mis fueros. De aquí al domingo, el tiempo es mío y bueno y de mis hijos, que para eso también los tengo, para dedicarles tiempo y sobre todo, darles el cariño que se merecen. Los pobres ya tienen bastante con aguantar a un padre como el que tienen y ese padre soy yo, y lo soy, para las buenas y para las malas, pues ellos saben perfectamente que pase lo que pase, siempre me tendrán a su lado. ¡Antes ellos que ninguno!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR