Hoy leí en el Pais Semanal un artículo de Marías, que hablaba sobre la
Angelina Jolie y de sus extirpaciones preventivas, de tetas y de ovarios
y la verdad, es me gustó mucho. Venía a decir, que si se quiere
extirpar algo que se lo extirpe, pero como personaje público odía
habérselo callado y sobre todo criticaba, a los ladillas que aplaudieron
el acto, al parecer, reivindicativo de la Jolie. Como siempre untando
caramelo, y qué valor tuvo la tía, y tener el valor (se repiten) de
decirlo publicamente, etc...
Yo, a
la Angie no la conozco personalmente (ya me gustaría a mí) o sea que no
sé los motivos que la llevaron a hacer públicas sus extirpaciones. Pero
desde ésta Isla pequeña veo lo siguiente: que primero, no tenía cáncer
de mama y por tanto no era de momento, necesario. Segundo, que por gusto
no creo que fuera, no creo que quedarse sin tetas naturales dé mucho
placer, aunque aquí había que hacer un pequeño inciso: sus tetas
anteriores, ¿ya no serían de plástico o silicona? y entonces es
simplemente un recambio plastificado o sea cambiar un envase por otro.
Tercero, ella dice que tenía el 87 % de posibilidades de tener cáncer,
por antecedentes familiares y personales y demás historias. Éste es su
argumento de peso, la gran posibilidad de padecer cáncer. Pero hasta
ahora se era más bien conservador en éste asunto y en tal caso se
dejaban las tetas y se hacía un seguimiento pormenorizado. Claro que si
las tetas anteriores ya iban en caída y le venía bien una mano de
pintura y uno tiene la pasta suficiente para ponerse tetas nuevas y
relucientes, pues nada cada uno es muy libre y eso hay que respetarlo.
Lo que sigo sin entender, que necesidad tuvo de hacerlo público, se
pudo cambiar las tetas sin que nadie se enterara. Estoy rebuscando
posibilidades que me expliquen lo que yo planteo y no sé con cual
quedarme. Si el tema fuera algo heroico y que mostrara su lucha personal
contra su cáncer, pues ya tendría más enseñanzas el tema y no carecería
de épica. Pero vaciarte y cortarte las tetas, me parece una alternativa
como otra cualquiera, pero no le encuentro su aquél, no logro descifrar
el porqué tuvo que pregonarlo. Claro que viendo la legión de babosos y
ladillas, que les encanta ensalzar ese acto "heroico" de la Angie, pues
no sé que decir.
A lo mejor, aparte del
recambio de tetas, a la tía le había bajado el número de seguidores y
dos pájaros de un tiro: tetas nuevas y erguidas y de paso una buena
propaganda. Es que no sé pensar que otra razón puede haber. Aparte la
dosis añadida por sus ladillas, de épica transgresora en su lucha contra
el cáncer. Es un nuevo camino sin explorar, pero en principio parece
demasiado peligroso, ¿qué dirán las demás mujeres del mundo, ante esa
misma posiblidad?, Pues que se las extirpen y que les pongan las mismas tetas
que la Angie, duras y puntiagudas.
P.D.: M encanta el epílogo del artículo de Javier Marías y por eso voy a repetirlo: "Parafraseando a Madame du Deffand, la mejor manera de blindarse contra el cáncer y contra toda dolencia, accidente y angustia, es sin duda, no haber nacido".

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