Son tópicos o son realidades y si no lo son ni lo uno ni lo otro, y son
entonces algo de las dos cosas. Estaba viendo de refilón una película
de mierda y que su única atracción era esa, que la tía era una mundana y
una yupi y con pasta , claro y el tío era un un señor tranquilo de
pueblo, pero también forastero con mucho mundo yhabía viajado por todos
sus rincones y es como si ese conocimiento lo llevara de nuevo a vivir
en el pueblo o sea de tanto que conoció, ahora necesitara meterse en
vereda o en un proceso, digamos, más intimista. Se me olvidaba que los
dos eran unos guaperas. Fácil hacer una mierda de película extrapolando
los papeles o sea, una tía pija y yupi y que vive en Nueva York, pero
que a la vez tiene su corazoncito tierno y demuestra que el cerebro no
se le quedó disecado del todo, no del todo, pero si bastante. Y el tío,
todo sapiencia reposada, todo tranquilidad y paciencia infinita y sólo
le faltaba la barba y la pipa y ponérsela a fumar en el porche de la
casa y con su perro a sus pies y él meciéndose en una mecedora o sea y
en resumen, un empalago de tío.
Bueno, yo ya sé como acabará la película, no hace falta ser muy
inteligente para saberlo, se enrollaran los dos y por supuesto serán
felices y comerán perdices y se casarán y tendrán muchos hijos y los
criarán en el puto pueblo. El tema logicamente no va de lo que me dice
esta plasta de película, el tema va de si en la realidad cotidiana no
pasa un poco de eso.
Yo me trasladé a
mis tiempos de médico de pueblo y de la imagen que daba como médico.
Como médico más o menos me defendía, pero notaba esas miradas
interrogantes que me seguían a todas partes y algunas eran de más
interés que el simple hecho de conocerme más a fondo. Todos sabemos de
que hablo y el lógico interés que despertaba un tío médico y además
soltero y es que un pueblo es un pueblo por mucho que se diga, y es que a
veces hay muy pocas alternativas. Y eso lo observaba hacia mi, como
hacía otros personajes que vinierona vivir al pueblo, pues lo nuevo
siempre rompe algo y el tedio es el peor enenmigo de un pueblo.
Posteriormente trabajé en otros pueblos y volvía tener las mismas
sensaciones y no es por tí o porque seas tú y seas guapo o feo, es por
lo que representas, y representas poder y algo fresco, aunque muchas
veces, lo de fresco como que sobra, pues vas más quemado que la pipa de
un indio. Y cuando hablo de esto, hablo de pueblos muy pequeños, donde
el cura, el guardia civil, el alcalde y el médico son los poderes
fácticos. O sea que en definitva y volviendo al principio hay algo de
realidad y también algo de tópico, hay algo de verdad en las dos cosas..

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