Hace poco alguien me dijo que era feliz, que la felicidad le rezumaba por todos sus poros y que solamente había que dejarse llevar y seguir disfrutando de lo que queda por vivir. Vale, así planteado puede ser y yo sería el primero de la clase para apuntarme a esa misión, el seguir siendo feliz. Aparte de no entrar en el tema de lo que es ser feliz, cosa que no viene a cuento hacerlo aquí o mejor dicho no es mi intención entrar en este momento en esa disquisición, ya habrá muchos otros momentos, pues digo que habría que partir de ser previamente feliz y eso no se consigue fácilmente, es un estado demasiado valioso y escaso como para decir alegremente y así por las buenas, yo soy feliz.Hay personas que son felices, pero de felices que son, son tontas y empalagosas, todo es felicidad a su alrededor y van soltando flores y mariposas. Es la felicidad que da la tontería y el que no se enteran de nada y de si su alrededor hay personas que no están para esas florituras o sea que están jodidas por cualquier motivo. Y claro se ganan contestaciones medio agresivas y de desprecio, y precisamente es eso, es su falta de respeto el que provoca la agresividad de la otra persona. Se ganan a pulso el que se les mande directamente a tomar por culo.
Pero también es verdad que hay personas que son y lo son objetivamente felices o infelices, aparte de que subjetivamente también se lo consideren, es decir que a pesar de todas su circunstancias personales y sean buenas o malas, su estado de ánimo se sitúa en uno de los dos extremos, feliz o infeliz. Los que se sienten y son felices, suelen ser personas llenas de vitalismo y lo transmiten y lo esparcen y de tontos no tienen ni un pelo, saben cuando pueden demostrarlo y explayarse y cuando hay que respetar el estado de ánimo de los demás. Son simplemente felices e inteligentes. Claro que el ser así y así de claro, crea muchas envidias ajenas y es foco de ataques celotípicos. Pero como decía el otro, es el precio de la fama. A la envidia sólo se le combate provocando más envidia y hasta que revienten de ella, la envidia no se elimina.
En definitiva el tema es que es feliz el que puede y el que lucha por serlo y si uno se siente en ese estado, pues que le aproveche, pues pocas veces volverá a tener ese estado de ánimo entre sus manos. Pero por favor que respete a los demás mortales, que todos tenemos el mismo derecho de sentirnos como nos dé la gana, no hay un estado idílico que sirva para y menos mal que no lo hay, menudo aburrimiento sería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario