Son las 8,30 de la mañana y aún no he pegado ojo. Ya fui a desayunar, ya escribí y sigo escribiendo y ya me tumbé unas cien veces, las mismas veces en que tuve que levantarme y el sueño no aparece, el cansancio sí, pero con eso no me llega. Es el primer día desde hace año y medio que me pasa esto, pero como estoy de vacaciones no le doy más importancia y aunque no lo estuviera tampoco se la daría. Mi añorado insomnio, mi compañero durante tantos años y no voy a decir que quería estar contigo de nuevo, pues me iba muy bien sobando cuando quería o mejor dicho cuando me dejaban.Pero bueno ya que estás aquí voy aprovechar para hablar contigo. Un día que te presentes así de sopetón, yo te lo paso, ahora si vas hacer visitas diarias, eso si que no, eso está prohibido. Segundo, si pretendes agotarme a base de cansancio, pues antes que pase eso te diré que se acabó, que prefiero medicarme y para joderte más, decirte que tengo permiso para ello. Tercero, sin con tu presencia pretendes que los sueños desaparezcan de mi cabeza, pues como que no, que no te voy a dejar y soñaré las veces que quiera. Cuarto, si pretendes confundir mis sueños con la realidad, pues dejaré lo real de lado, pero mis sueños nunca los dejaré. Quinto, si aún así te cuelas de nuevo en mi vida, pues decirte que ahora me coges de vacaciones y por tanto me importa un carajo que sea de día o de noche, escribiré, pensaré e imaginaré igual y sólo cambiaré mis horarios. Eso sí con el fondo de seguir disfrutando de la luz del día o sea cambiaré de táctica sólo transitoriamente, pero que mi objetivo es ganar la batalla del seguir viviendo el día.
Ahora insomnio ya me he levantado y he dormido 4 horas y como comprenderás estoy hecho unos zorros, pero aguantaré, juro que aguantaré hasta que llegue de nuevo la noche y así lucharé por mantener mi horario. La noche para sobar y soñar y el día para vivirlo. Ésta batalla va a ser dura y larga, pero no cuentes con mi rendición, antes de rendirme me corto el cuello o los huevos. Insomnio gracias por tu visita, pero va a ser mejor que busques a otra víctima más propicia.
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