LA FUERZA DE VOLUNTAD -2ª PARTE.

            Yo que me pasé mi infancia escuchando que lo que tenía que tener en esta vida eran huevos o dicho de otro modo: constancia, ambición y fuerza de voluntad y de tanto que lo oí, pues me creó la reacción contraria, odiaba esa palabra y cuanto más dejado era, más me gustaba a mi mismo. Más adelante, cuando la vida te va dando sus primeras hostias, la voluntad acudió a mi de nuevo, pensaba que era mi tabla de salvación y me agarré a ella como un desesperado. Claro que cuanto más me agarraba más me hundía, pues la maldita fuerza de voluntad te sirve para mantenerte bajo mínimos y sólo durante un tiempo, después te va abandonando y a medida que no cumples cosas que tenías que hacer por cojones y al ver que poco a poco te vas como dejando, entonces te vas retroalimentando en tu propia angustia y te envuelves en una depresión aún más profunda. Y es que además te haces inflexible y no te perdonas ni una, si previamente ya estás delicado contigo mismo y le sumas esa fustración de no cumplir lo pautado, lo que te dedicas a buscar a partir de ese momento, es el pozo más cercano y no para beber agua, precisamente..

                                      ¿Exageración?, pues yo creo que no tanta. La fuerza de voluntad fue y es la base de muchas terapias psiquiatrícas, antiaditivas e incluso para superar enfermedades físicas. por ejemplo el superar un cáncer a base de cojones o a base de fuerza de voluntad, que es lo mismo y eso ha creado escuela. Yo no se como se supera un cáncer, pues por suerte de momento no lo he tenido, pero si sé como se superan adiciones y alguna enfermedad psiquica, como una depresión más o menos profunda y os puedo decir, que no, que no se superan a base de decirte que no quieres estar deprimido o que no quieres ser dependiente de sustancias y de aplicarte un programa de rehabilitación disciplinado y repito, que no digo que no ayude y tiene su parte en el tratamiento, pero sólo su parte y no la totalidad . Se supera sobre todo a base de entender tú enfermedad, de repasarte, estudiarte y comprenderte y poner tu situación personal dentro de un contexto o sea dentro de una enfermedad y eso te ayuda a comprender que tú no eres el culpable de todo lo que te pasado y eso sí que es importante, quitar la culpabilidad, QUE NO LA RESPONSABILIDAD, pero si se debe quitar la culpabilidad, que por si sóla, te impide avanzar y es que la culpabilidad es muy dañina. Y por otro lado el que te sitúen dentro de una enfermedad determinada, tiene su efecto psicológico, pues estamos acostumbrados a funcionar con el esquema: enfermedad- tratamiento y por tanto posible curación y eso te carga las pilas y te carga el ánimo.

                                     
                                 Después se le pone a la receta terapeútica un poco de especias o de estudio de tú propia enfermedad y sale un plato exquisito, bueno sale, sale a veces, pero si sale no es en sí y solamente por la fuerza de voluntad, ni por los cojones del espartero. No hay una causa única que explique como se sale del pozo de las profundidades, hay muchas, pero lo que aseguro,  es que cada una tiene su sitio y su importancia determinada. La política basada única y exclusivamente en la fuerza de voluntad, hizo su papel en su momento, pero a partir de ahí, sólo hizo daño, mucho daño y es hora de ponerla en su sitio. Y yo estoy hasta los cojones de la santa voluntad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR