Por un sólo instante,
ví la luz del otro lado,
una luz clara, ténue y cálida,
luz atractiva y embrujada,
y por un momento entré en duda,
y pensé que porque no,
que porque no podría seguir su rastro,
simplemente había que dejarse llevar,
dar dos pasos y ya estaba,
y me adentraría en el otro lado,
y así y atraído por su encanto,
la toqué con la punta de mis dedos,
y sentí un escalofría que recorrió mi espalda,
al tiempo que noté que su calidez desaparecía,
su tacto pasó a ser frío, tan frío como el hielo,
y dudé, demonios si dudé,
dudé tanto que me tambaleé,
y me dije a mi mismo,
¡cuidado!,
y ese instante desperté de mi sueño,
miré a mi alrededor,
y me dí cuenta,
que acababa de salir del quirófano,
y entonces me fijé,
que la luz brillante se había marchado,
y en su lugar observé destellos deslustrados,
eran, luces de neón parpadeantes...
ví la luz del otro lado,
una luz clara, ténue y cálida,
luz atractiva y embrujada,
y por un momento entré en duda,
y pensé que porque no,
que porque no podría seguir su rastro,
simplemente había que dejarse llevar,
dar dos pasos y ya estaba,
y me adentraría en el otro lado,
y así y atraído por su encanto,
la toqué con la punta de mis dedos,
y sentí un escalofría que recorrió mi espalda,
al tiempo que noté que su calidez desaparecía,
su tacto pasó a ser frío, tan frío como el hielo,
y dudé, demonios si dudé,
dudé tanto que me tambaleé,
y me dije a mi mismo,
¡cuidado!,
y ese instante desperté de mi sueño,
miré a mi alrededor,
y me dí cuenta,
que acababa de salir del quirófano,
y entonces me fijé,
que la luz brillante se había marchado,
y en su lugar observé destellos deslustrados,
eran, luces de neón parpadeantes...

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