¿Debemos intentar entender todo lo que vemos y sentimos? y ¿lo que sienten y ven los demás?. Pues claro, diría yo. Porque entender en sí no es malo, entender requiere ponerse en la piel del otro y para eso hay que ser inteligente y tener una buena dosis de valentía, porque hay veces que para entender ciertas cosas hay que tener mucho valor. Y por ejemplo,me refiero a esa niña y que al parecer mataron sus padres, allí en Santiago de Compostela. ¡Joder!, como cuesta sólo pensar en el intento de meterte en la piel de unos asesinos y más si los asesinos son los padres de la criatura. De todas formas no está el tema lo suficientemente esclarecido y además está muy influido por los comentarios de la prensa amarilla. Pero así de primeras, lo piensas y sólo te produce rechazo. Lo piensas por segunda vez y ya intentas meterte un poco más en ellos y buscas causas o porqués y logicamente nunca te parecen suficientes, porque si lo fueran a lo mejor acabarías matando a tus propios hijos.
Pero bueno, lo que se persigue es analizar y no simpatizar con el tema, se pretende sacar a flote datos que te ayuden a objetivizar lo que en principio no entra dentro de los razonamientos humanos. ¿Y podremos?, buena pregunta, pero es tan buena que me parece que se va a quedar sin respuesta. Yo por lo de pronto reconozco mi analfabetis mo en éste tema, pero como considero que en el fondo este asunto crea mucho miedo, pues veo la necesidad de tocarlo. Los razonamientos que den para cometer el asesinato de la niña, si es que lo reconocen, deben hacernos pensar sobre la especie humana y tenerlos en cuenta y apuntarlos, porque en el fondo nadie está libre de pecado.
Por tanto sí se debe entrar en el lado oscuro, como diría el maestro Jedi, y se debe entrar para saber como es el mal, igual que se entre el en lado bueno de las personas. El lado malo nos servirá para conocer más profundamente los entresijos de su funcionamiento y por tanto es una ayuda para no cometerlos, por tanto para aprender de ello. El lado bueno ya es más fácil, es aprender de él y simplemente aplicarlo. O sea que debemos entender el porqué de las cosas, aunque a veces sean cosas muy desagradables y sobre todo por una razón porque todos somos humanos y un día podemos equivocarnos. No intento decir que entender signifique simpatizar o justificar, no señor, lo que intento decir, es que las cosas por muy complejas que sean son tan reales como las demás y por tanto hay que profundizar en ellas y eso sí, sin tener compasión de los verdugos.
Y a mi este tema me ha metido un horrible miedo en el cuerpo, pues no encuentro justificación ninguna, eso está claro, pero sí me gustaría saber que pasó dentro de su cabeza para dar ese salto hacia el asesinato. Algún diente de su engranaje normal les saltaría, digo yo. Y a lo mejor es simplemente curiosidad humana, pero a mí me gustaría saber cuál fue su diente perdido, ese que produjo el salto cualitativo, el salto cualitativo hacia el asesinato de su propia hija.
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