LOS "TRANQUILOS"

           
Y hoy es día 5 de octubre y es el primer día de otoño verdadero y hasta cierto punto, pues pasaron varias tormentas que dejaron unos cuantos aguaceros, pero el calor  sigue, sigue tocándonos las pelotas. Por lo demás no hay nada nuevo, hice la compra del mes y ya me siento realizado. O sea que hoy voy de tranqui, de esas personas que observan y nunca dicen nada, que parecen que desayunaron un buen tazón lleno de valium. En el fondo uno nunca sabe de que van estos tranquis empastillados, no sabes si callan porque se compadecen de lo que dices o realmente son así de tranquilos. Y ser tranquilo ¿qué es?, ser tranquilo según la RAE es:
            
tranquilo, la.
(Del lat. tranquillus).
1. adj. Quieto, sosegado, pacífico.
2. adj. Dicho de una persona: Que se toma las cosas con tiempo, sin nerviosismos ni agobios, y que no se preocupa por quedar bien o mal ante la opinión de los demás.

                                                      Bueno aquí hay varias cosas, ser tranquilo es estar quieto y ser sosegado y pacífico. Manifiesta una forma de estar y de ser. Aunque ésta definición admite contradiciones, pues puedo estar quieto, pero puedo no ser ni sosegado ni pacífico. A lo mejor estoy quieto porque estoy cagado y acojonado y entonces no me muevo por miedo. Y yo creo que en parte pasa eso, los calladitos lo son por tener miedo, miedo a lo que digan los demás, miedo a meter la pata, miedo a quedar en ridículo. Y no pasa nada, el miedo es una sensación tan humana como otra cualquiera, lo malo del tema, es que a veces el tener miedo en exceso, crea resentimientos y envidias. El mudito calladito piensa y piensa hacia dentro y por tanto analiza y al final juzga y entonces hay algunos que en su silencio, te miran con desprecio y todo porque se sienten superiores. Pues ellos a base de no mojarse, nunca meten la pata y cuando tú la metes los calladitos se crecen y te miran con cara de perdonarte la vida. No hay cosa más fácil en ésta vida que no mojarse con nada, pues así no meterás la gamba y eso les crea un halo beatífico y de que están por encima del bien y del mal.

                                                 Y la segunda parte de la definición también tiene su aquél, porque menuda  definición es el que se toma las cosas con tiempo y tanto que hay algunos que cogen tanto tiempo para decidirse, que nunca se deciden. Y sin nerviosismo ni agobios, bueno ellos no necesitan éstas dos cosas, pues son especialistas en provocarlo en los contrarios. Es decir tienen la cualidad de ponerte a tí nervioso y agobiado, porque tardan tanto tiempo en decidirse, porque nada les altera, porque no se agobian, que acaban produciéndose al contrario. ¡Decídete hostia, que es para hoy, papahostias, que eres un papahostias empanado!, le dirás cuando explotes. En estos casos patológicos, de ser tan tranquilo, tan papahostias y tan empanado, está más que justificado el uso de la hostia terapéutica, ¡coño para que espabilen!, ¡hostia!, que tienen horchata en cambio de sangre.

                Ah¡¡¡ y un último punto y ya acabo, es que se me olvidaba . El victimismo que destilan éstas personas, pues ellos se crean fama de ser buenas personas, pero no es culpa sólo de ellos, ese es un defecto que tenemos los humanos, porque nos creemos que los que nunca discuten, ni llevan la contraria de nada, de por sí, son buenas personas. Hay algunos que sí lo son, tampoco hay que pasarse, pero hay otros que son unos auténticos ladinos y por dentro te están matando y por fuera es todo angelical.

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JULIO CORTÁZAR