
Donde te has metido, amigo mio,
en que lugar del mundo te has escondido,
en que paraje salvaje, en que cordillera,
y en que cueva,
has dejado caer tus huesos rotos.
Donde estás, amigo mio,
estás tan lejano y aislado,
como para no escuchar nada,
y es que acaso, no sientes mis rezos y plegarias,
o no oyes mis aullidos en las noches de verano,
y tampoco, no notas mis deseos voraces,
voraces como pirañas,
y no escuchas, no escuchas a mis latidos,
a mis latidos,
que suenan como tambores lejanos.
Estás amigo mio,
tan lejano y aislado,
estás acaso en el confín de la tierra,
o estás de viaje hacia las Antípodas,
dime algo amigo mio, dime algo.
Quizá estés más cerca del polo Sur,
que del polo Norte, quizá,
o quizá estés descubriendo otros mundos,
o quizá hagas un máster de meditación profunda,
quizá sea eso, quizá,
pero ¿donde te has metido?, amigo mio.
Yo te reclamo,
porque sin ti, me siento cojo,
yo te añoro,
porque te echo de menos,
yo te hecho en falta,
porque me haces falta,
yo te, yo te,.......yo te, yo te.....
Sólo te pido eso, amigo mío,
te pido tres palabras o unas cuantas letras,
te pido que por un momento te pares a coger aire,
te pido un minuto en tú larga travesía,
y te pido que te acuerdes que aquí,
que aquí donde estoy ahora,
hay otro superviviente.
Yo te pido eso y te pediría mucho más,
pero por mucho más que pida,
por mucho más que ruegue y rece,
por mucho más que grite o llore,
ahora sólo sé, amigo mio,
que aún,
¡¡que aún, no estás conmigo!!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario