HARTO (Poema)

No sé si devorarte de un mordisco,
o comerme sólo las vísceras,
y escupir tus huesos
como huesos de aceituna,
y después colgarte como un despojo,
pues yo, yo rezumo odio,
te desprecio y te doy de comer aparte,
te insulto y te repudio,
y te maltrato por tu desplante,
y desde la última vez en que te vi,
 solo pienso en tus ojos de hiena,
y en tus garras negras y afiladas,
y siento miedo,
miedo y pavor de volver a verte.

Yo te devoraría como una fiera en celo,
y  te arrancaría el corazón con mi mano,
y con tu ombligo haría un ovillo,
o un anillo para mi dedo meñique,
y de tu piel haría una alfombra roja,
y yo desfilaría por ella,
triunfal y a recoger mi premio,
y entre aplausos y gritos,
saltaría sobre tus fauces,
pues eres un tiburón de almas ajenas,
y una alimaña que bebe ácido úrico,
eres un buitre en su buitrera,
 o eres una rata bajo el agua,
quizá seas un tumor dentro de mi cerebro,
y entonces no eres tú,
soy yo, soy yo el que me odio,
y es que estoy harto,
 harto de conocerte y de padecerte,
harto de mi y harto de ti,
harto de los dos,
y harto de todo dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR