AUTOPSICOANÁLISIS (Parte I)

Todo en la vida tiene su tiempo y ya sabemos que nuestra vida está dividida en etapas. Y cada etapa tiene unas características propias que determinan que esa sea una etapa y esas etapas en general son: la infancia, la adolescencia, la juventud, la madurez o etapa adulta y la vejez. después, como todo, no se debían coger esas etapas como verdades de fe, pues cada uno tiene un ritmo determinado de cumplirlas. Ni todas son tan ciertas y me  refiero a las características que las definen, hay rasgos pero no son dogmas o no deberían serlo.

Yo la infancia la cumplí según las normas, disfruté y sufrí, pero puedo decir, que en general si he disfrutado siendo niño. La adolescencia ya es otra cosa, la adolescencia mía fue muy corta, pues fui rápido pasando a la etapa de joven y lo fui, por mis circunstancias personales y familiares y por la situación política. Pues de aquellas hervía todo, hervía yo por dentro, hervía la relación con mis padres y hervía la calle, pues era la última época del franquismo.

Y claro dado el grado de ebullición existente a mi no me quedó otro remedio que esos pasos de transición entre la infancia y la etapa adulta, que se llama adolescencia, los diera a toda hostia, pues yo creo que mi adolescencia apenas duró 1 año. Y la etapa de joven, esa si que fue larga y bastante provechosa. De todas formas como fue una época muy buena de mi vida, me costó dios y ayuda bajarme del carro y asumir que tenía que dar otro paso y hacia la etapa adulta. Y aquí radicó el primer problema y que tuvo sus consecuencias mucho más tarde, el que prolongué demasiado esa etapa.

Y es curioso observar que yo casi no bebí ni fumé canutos hasta los 25 años, pues hasta esa edad fui un tío joven que iba de duro o de tío adulto, sólo me importaba la política revolucionaria y todo mi tiempo estaba dedicado a ello. Claro que cuando le cogí el gusto a las drogas se las cogí con ganas, con excesivas ganas e igual que si fuera un adolescente pero un cuerpo de 25 años. (Seguiré en otro capítulo próximamente, no quiero alargarme demasiado en un sólo escrito).  -CONTINUARÁ-

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JULIO CORTÁZAR