DESEOS DEL NUEVO AÑO

Ahora vienen unos días reflexivos, toca hacerse un somero repaso del año. Hombre hay quién coge y se autoanaliza con un psiquiatra o hace terapias grupales o se va a hacer meditación transcendentes, pero los demás, los de a pie, no nos queda otra que dar unas pinceladas de lo que fue éste año y entonces y a groso modo, se sacan unos cuantos fallos o cosas que a ti no te gustaron.

Y todo porque se acerca fin de año y por tanto el final de un pequeño ciclo y ya se sabe que ante la entrada de otro siempre o casi siempre se desea mejorar y para ello se formula una lista de deseos. Éste año que viene me voy a levantar más temprano o voy hacer deporte o me pongo a dieta o me tengo que poner a estudiar más o voy a dejar de fumar y un sin fin de deseos. Fin de un ciclo y entrada de otro. Y bueno aunque sea de ese modo digamos tan superficial de analizarte a ti mismo, nos viene bien a todos desear quitarte lo sobrante y ya sea física como mentalmente.

Después todos los deseos formulados tienden a condensarse en un sólo, en el que crees que es el más importante y por eso de que si pides muchos, tienes miedo de que no se te conceda ninguno. Aunque a veces también haces encaje de palillos y metes en el más importante parte de los otros, vamos para ver si cuela y así se te concede. Y cuando comes las 12 uvas y entre comerlas y el jaleo que tienes a tu alrededor ya tienes bastante con sólo acordarte de pedir el más importante

.También es verdad que con el paso del tiempo los deseos van cambiando. De niño los deseos son muy concretos, deseo éste juguete o el escalextric. De adolescente deseas esa moto o esa tabla de surf o ese móvil o esa tablet. De estudiante deseas aprobar y hacer por fin ese viaje siempre pendiente. De adulto deseas que te dejen en paz y piensas en una Isla desierta donde no se trabaje y no ser responsable de nada. Y ya de más madurito, pues depende de como lo lleves, si lo llevas bien, deseas cualquier cosa que no pudiste hacer antes y si lo llevas mal, pues ya no deseas nada, sólo que te dejen morir en paz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR