PLANES FRUSTRADOS

Y hoy menos mal que es día 25 de diciembre y no 1 de Enero, sino ya estaría diciendo: ¡Joder! como empiezo el año. Tengo una contractura muscular en la espalda y que me sube hacia el cuello, que me está dejando tieso. Lo que decía antes, en otro escrito, de los planes para el año que viene y mira por donde te viene esto que tengo ahora y ya te empieza a desmoralizar el comienzo de año y después sigue la rueda y si empiezo así como será el resto del  año y..., y...y... Así de tontos somos los humanos y así de débiles

Yo como sé que el dolor me incapacita y al final me hunde en la miseria, intento contrarrestarlo vacilándolo y por ejemplo, hoy mismo me clavé dos veces el cuchillo luchando con una puñetera ostra que no se abría y mi expresión cuando me clavo el cuchillo es de  ¡Joder que gusto!, al tiempo que me retorcía de dolor. Pero eso funciona con un dolor agudo y que después pasa, pero si se mantiene en el tiempo no vas a estar diciendo todo el tiempo: ¡Joder que gusto!. Bueno poder puedes, pero es que tú ya no te lo crees, porque el dolor es como un taladro que te incapacita o como un tumor que crece y al mismo ritmo que tu desesperación.

De todas formas no espero ni quiero experimentar con un dolor agudo digamos de tipo incoercible, como puede ser que te fractures una pierna o un brazo o la polla, ahí ya no apuesto nada a que me haga el simpático y el gracisillo y diga ¡Joder que gusto!, seguramente solo emitiría alaridos, berridos y me cagaría en dios y en toda  su corte. Bueno pues a lo que iba, los humanos somos frágiles y tanto físicamente como mentalmente y también tenemos un buen punto de pardillos, pues cuando hacemos planes, lo hacemos pensado que por el medio no van a surgir problemas y que el camino será llano y que en el fondo, todo es sólo proponérselo.

Y después y cuando los quieres concretar, empiezas a llevar hostias y hostias y hostias por todos los lados y en todos los días. Pues de esto no aprendemos, el próximo año harás distintos planes pero con un punto en común con los anteriores, que te dirás para tus adentros que éste año si que cumpliré y sin dificultades los planes planteados y éste año nada ni nadie me lo impedirá.

Y lo peor de todo, es que en cambio de reconocerlo y replantearte los planes y asunto arreglado, no, cogemos y le echamos cojones o fuerza de voluntad y ya se sabe que con fuerza de voluntad, sólo vas acumulando frustraciones y llega un momento en que petas como un globo. Petas por atontado, petas por gilipollas y petas por no aprender de las otras veces. Así que a joderse toca y a esperar hasta el próximo año, a que de nuevo hagas los mejores planes del mundo mundial.


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