INSOMNIO

                 Puede que ésta noche todo sea diferente, empezando porque son las 4 de la mañana y ya me acosté tres veces y no hay tu tía, ni técnicas de relajación ni hostias benditas, ni con las pajas, ni metiéndome el dedo en el culo, nada hoy estoy abocado al insomnio y Morfeo no se presenta y me arropa con su dulce sueño. pero a lo mejor ese era el guión ya escrito y hoy tocaba dar vueltas y más vueltas y contar corderitos.

                Bueno pues aquí estoy más despejado que un día de verano y dándole vueltas a todo. pienso que mañana no seré capaz de escribir nada, pues poco voy a dormir y ya se sabe, con sueño se hacen muy pocas cosas y menos las cosas en las que te tienes que comer el coco. Tengo recaditos, que a mi me encantan y más si son recaditos de papeleo y eso es lo que me araña por dentro, el pensar en tener que hacerlos medio escarallado.

               Me quedan tres cigarrillos de supervivencia y para el resto de la noche, no contaba con la visita de mi viejo conocido que no amigo, el insomnio y el primer bar que abre en éste pueblo lo hace a las 6 de la mañana. Porque me quedan dos posibilidades: una es que me sobe antes de las 6 y asunto resuelto y mañana es otro día, otro día para un zombi y la otra es que si me dan las 6 despierto, creo que ya no me acostaré y me iré a desayunar y a las 8 hago los putos recados de marras y duermo a la vuelta dos o tres horas.

               Los planes de las noches insomnes, los planes que nunca funcionan, pues con el insomnio estás como una moto y a cada hora que pasa aún lo estás más y piensas que mañana vas a hacer cinco mil cosas y después si haces tres, ya te puedes dar con un canto en los dientes o en los huevos, que también duele. Yo en noches como ésta no sólo me planifica yo, planificaba a todo dios y solucionaba los problemas del mundo, era una máquina de parir ideas, ideas que después casi ninguna se cumplía. Salvo cuando ya estabas hasta los huevos de mirar a la pared, pues ahí ya no pensabas nada, sólo notabas el cabreo por tus venas y cada media hora te cagabas en la campana de la Iglesia, por decirte claramente la hora que era.

             Dicen que cuando tardas en dormir lo mejor es levantarse y leer o comer algo o ir a cagar o a mear, y todo para que no te obsesiones más y yo hoy ya probé todos los métodos y ninguno funciona. Bueno si me corto las venas a lo mejor consigo preocuparme de otra cosa o también pillarme un huevo con la puerta y así seguro que me olvido de mi insomnio.

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JULIO CORTÁZAR