Después de esto, ¿qué nos va a quedar?. Quizá nos quede algo con lo que podamos disfrutar, pero lo dudo, lo dudo profundamente, pues esto lleva camino de ser un sufrimiento perpetuo. Es como hacer penitencia todos los días y por nuestros pecados capitales: la avaricia que rompe el saco, la codicia que rompe los codos, la envidia que nos hace más gusanos y la lujuria, ¡esa si que me gusta!, la lujuria que rompe la pana.Todo esto nos hace ser más humanos, pero eso no quita que repartamos equitativamente las culpas entre todos y a cada cual sus responsabilidades. Pues hay algunos que no saldrán del infierno en toda su muerte, pues de vivos se van salvando o zafando y gracias a su poderío económico o porque portan sangre azul o verde fluorescente y por supuesto, porque son mafia donde las haya y porque no tienen ni principios ni escrúpulos y por salvarse el culo, hasta venden a su madre.
A su madre solamente venden, porque su padre ya está fugado en las Islas Caimán con una chavala de la pandi de Berlusconi, el chulo putas más grande de Italia y del Universo entero. O sea que nos queda el consuelo, de que estos elementos innombrables y que ya sabemos que no tienen principios, pero que si tienen finales y finales como todos nosotros y ahí, ahí es donde los quiero yo ver, en el Infierno y junto a Lucifer e intentando sobornar a todos y ya se sabe, en el infierno el dinero se quema, sólo sirve para calentarse y la verdad es que el dinero calienta muy poco. Pero si yo lo tuviera, ya buscaría la forma de darle ca lor y color a la cosa. ¿O no?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario