LOS VIEJOS AMIGOS

Domingo 22 de Diciembre y ya es la 1 de la tarde y ya tengo cumplidas las tareas de la mañana, comprar periódico, desayunar fuera y lectura mientras desayuno y una pequeña vuelta por el pueblo y fin. Y ya estoy de nuevo sentado escribiendo mis desventuras y alucinaciones y de música de fondo una pequeña muestra de los Beatles, que últimamente y no sé el porqué, me apetece escucharlos. El día está entre ni fu ni fa, ni chicha ni limoná, puede acabar saliendo el Lorenzo, como ponerse a llover.

Como siempre la cabeza me bulle de ideas y son tantas que sigo escribiendo hasta que una idea sea clara y pueda transmitirla, es un método que me sirve para ir encendiendo motores. Supongo que será por las fechas en que estamos, que echo de menos a gente, a gente, familia y amigos, a los viejos amigos que se han quedado por el camino. Pues éstas son fechas de reencuentros y de recordar antiguas vivencias.

Yo he dejado en cada puerto en que he fondeado, amigos y amigas y sigo en contacto con ellos, pero es verdad que la distancia sólo deja hilos finos, hilos que de continuo amenazan con su ruptura y sólo los puedes hacer de nuevo más fuertes, si te ves de vez en cuando, sino se pudren. Y eso que ahora estoy atento y mando de vez en cuando un saludo o un correo o algo que indique que yo sigo aquí y que me acuerdo de él o de ella. Pero sé que con eso sólo no llega.

Pues así somos los humanos, nos puede la inmediatez y la realidad de cada día y si a esa persona que tanto echas de menos, vas y no la ves desde hace años y sigues sin conseguir verla, por mucho que te rebeles y mandes correos y fotos y mierdas benditas, estarás remando a contracorriente y al final te cansas y te agotas y ya está, ya te dejas llevar por el día a día. Así, repito, somos los humanos, así de egocéntricos, así de cortos de vista. Y por eso me preocupa doblemente, pues tengo amistades que las tengo pendidas de un hilo y mi experiencia me dice, que como no haga algo, ese hilo se rompe.

De todas formas siempre hay algo que haga recordar a esas personas, que aún estás ahí y que te acuerdas de ellas, algo que aunque sea endeble, es algo y son éstas fechas idóneas para mandar una felicitación y con una dedicatoria sincera, a lo mejor consigues abrir por un rato su coraza del día a día y se deja llevar por un instante por esos viejos recuerdos que nos hicieron tan amigos. Los viejos amigos son difíciles de cuidar, pues el tiempo y las circunstancias se encargan de ir separándote y esto es difícil de contrarrestar, pero por  eso mismo, no hay que dejar de intentarlo, porque los viejos amigos sólo se tiene una vez en la vida, a no ser que tengas 7 vidas, como tienen los gatos.

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JULIO CORTÁZAR