¿MARINERO O CAPITÁN?

Durante mi larga vida he sido más marinero que capitán. Y no me siento arrepentido, pues para ser capitán tienes que estar convencido de ello, de la gente que está por encima de ti, de tus compañeros ahora subalternos y de los objetivos que tiene esa empresa. Demasiadas condiciones para ser muchas veces capitán de navío. Pero en eso se basa la implicación en un proyecto, en ser parte de él y creértelo y claro hasta que dejas de creértelo.

Hace ahora dos años yo estuve embarcado en un pequeño proyecto, el de mi empresa del 061 y me metí de capitán de medio pelo, es decir acepté ser coordinador en ésta pequeña isla de Menorca. Y para ello conté con el apoyo del personal, pues fueron mis propios compañeros los que me propusieron, cuando además no hacía falta que me propusieran, pues era un cargo de los que se nombran a dedo. Pero bueno eso fue lo que me animó salir a palestra, el apoyo inicial de mis compañeros.

Después y ya metido en la pomada, chocas con muchas cosas, un poco, con parte del proyecto y mucho con tus jefes. Y tu en el medio llevando hostias de los dos lados. Pero aún así no me arrepiento, pues pude ver nuestro pequeño mundo laboral desde más altura, es decir con más datos y perspectivas. Además que cuando realmente empecé a sentirme muy incómodo, dimití y sin ningún problema, fue una decisión liberadora.

Y yo ¿como me vi en el carguito?. Pues al principio con mucha fuerza y convencido de poder cambiar muchas cosas. Pero ese convencimiento poco a poco se fue diluyendo, pues las zancadillas eran cada vez más frecuentes, es intrínseco a estos cargos andar entre tiburones. Aparte de que yo soy un tío de ideas y de lucha y no un tío organizativo, lo único que sé organizar es la guerra de guerrillas y la revolución pendiente. Eso para mi está chupado.Y estos cargos tienen mucho de ser pejigueras y ser ordenado y ountilloso y eso era un sobreesfuerzo inhumano y si además tus ideas no sirven de nada, la moral va desapareciendo y ya me dí cuenta que desde ese sitio apenas iba a conseguir nada.

Pero es bueno, es bueno ver de que van tus jefes, como es bueno ver de que van tus compañeros, algunos no me defraudaron, pero en otros tantos vi y comprobé, que eran de los que había que darles de comer aparte. O sea amplié mis conocimientos laborales y esos nunca sobran. El conocimiento nunca sobra, el conocimiento es necesario para conocer mejor a las personas. ¿Y ahora?, ahora estoy liberado de esas cadenas y a nivel laboral tengo las cosas mejor situadas y yo me siento libre como un pajarito, igual que el pajarito de Maduro. Mejor así tengo más tiempo para seguir escribiendo y de disfrutar de éste regalo, que es la vida

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JULIO CORTÁZAR