Y hoy es domingo 12 de Enero y parece que el mundo no ha cambiado nada. Después de 24 horas de una guardia medio marchosa, pues aquí estoy de nuevo sentado ante mi pequeña máquina. Porque esa es otra, en cuanto puede y mi asesor económico me de permiso, tendré que comprar una máquina con una pantalla como toca, que ya estoy hasta los huevos de tanto minimalismo.Cansado sí y mucho, pues hubo jarana nocturna y me voy a acostar durante un rato, con un par de horas me llega. No sé, siento esa liberación que se tiene después de una guardia, pero una liberación un tanto empanada, empanada por el cansancio. Bueno pues en el día de ayer no ha pasado mucha cosa por el mundo y hoy tomando el café mañanero, todas las conversaciones giraban sobre lo mismo, el partido entre el Atlético de Madrid y el Barcelona. Parece que ésta es la noticia más importante del mundo mundial.
A nivel de pueblo el fútbol está a años luz del resto de acontecimientos, bueno siempre lo estuvo, sólo que ahora destaca más, es decir es más agarradera social. Pero como todo lo que se manosea en exceso y tanto hablar de él, pues satura. Estoy sobresaturado de las conversaciones futboleras, que si éste año gana éste o gana el otro y nos pondremos a un punto o a dos o a tres y si el Cholo sabe estimular a sus jugadores o si Martino sabe cuidar a Messi y al mismo tiempo el mundo va girando sobre lo mismo y todos son jugadores y entrenadores.Saturación es poco y eso que a mi me encanta el fútbol, pero no escuchar otra cosa desde que acabé mi guardia, me confunde. Ahora tocan las campanas de la Iglesia del pueblo y deben de estar llamando al rebaño para que acuda a la misa dominical. Fútbol y campanas, campanas y fútbol, cuál de los dos tiene un mayor rebaño, gana y por diferencia el fútbol, el rebaño eclesiástico está en horas bajas, a no ser..., a no ser que en la misma Iglesia y mientras el cura se larga su cansina perorata, al mismo tiempo retransmitan un partido de fútbol, el equipo de las huestes de Cristo contra los Ángeles del Infierno y ahí se abran las apuestas.Yo lo siento, pero siempre apoyaré a los Ángeles del Infierno.
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