Y hablando de sensaciones de impotencia, yo tengo una larga lista de ellas. Algunas de ellas ya sé que me las llevaré conmigo al cementerio, pues seguramente son irrealizables y por tanto, son utópicas. Pero hay otra lista paralela que son hechos de pequeñas cosas y que por ello, sí podrían realizarse. Claro que en fondo todo depende de la cualidad y cuantía de tus deseos. Por ejemplo: "Yo deseo cambiar el mundo", éste deseo es candidato a ser irrealizable. Pero bueno y aún así, yo no renuncio a él. Pues ¿que sería de mi sin mis sueños?, sería un gestor o un burócrata o como se dice ahora, un mero técnico o sea haría lo que me mandan y sin poner en duda nada.
Si y ya sé que hay un buen montón de cosas que van en sentido contrario y que no hay un atisbo de solución. Tampoco lo había con los desahucios y mira por donde y por la lucha de unos pocos, se han parado mil desahucios. O sea que hasta en el agujero más oscuro hay una pequeña luz que se filtra por las rendijas. De todas formas es tan rápida la sucesión de las cosas y acontecimientos, que cuando estás celebrando algo, por otro lado ya te han metido varios goles. Los que ejercen el poder se gustan a si mismos y se sienten poderosos y eso les da un plus extra y por ello parece que nunca descansan.
¿Y si yo quisiera volverte a ver?. pues puede que se realice o puede que no, pues no depende sólo de mi. ¿Y si yo quiero escribir un libro?, pues tampoco depende sólo de mí, depende también de que te publiquen y de la pasta que pidan y eso a su vez depende, del número de libros vendidos, etc... Todo tiene su aquél y su enjundia y al final hasta lo más sencillo se complica. Y para ir tirando ¿como hacemos?, pues es verdad que pocos deseos se cumplen completamente y entonces vienen las rebajas. Como se dice, los objetivos parciales y para darte un ánimo en el día a día, te alegras y regocijas de ganar pequeñas batallas vitales y sociales.
En los tiempos que corren, hasta es difícil ganar en pequeñas cosas. Pero por ejemplo, yo me llevé una alegría inmensa con la lucha por la Sanidad Pública y en concreto, me refiero a Madrid. El simple hecho de haberles parado los pies a éste Gobierno que quiere privatizarlo todo, me dejó lleno durante un tiempo. Lleno pero desconfiado, no me fío de estos señores para nada, son resentidos y su fin no se les olvida, el cual es, destruir la Sanidad Pública. Pero bueno es un buen ejemplo de que hay pequeñas cosas que hacen que te sientas bien y con el ánimo levantado.
Si y ya sé que hay un buen montón de cosas que van en sentido contrario y que no hay un atisbo de solución. Tampoco lo había con los desahucios y mira por donde y por la lucha de unos pocos, se han parado mil desahucios. O sea que hasta en el agujero más oscuro hay una pequeña luz que se filtra por las rendijas. De todas formas es tan rápida la sucesión de las cosas y acontecimientos, que cuando estás celebrando algo, por otro lado ya te han metido varios goles. Los que ejercen el poder se gustan a si mismos y se sienten poderosos y eso les da un plus extra y por ello parece que nunca descansan.
Ya sabéis el Poder pone y pone mucho y ejerciéndolo se debe segregar mucha endorfina endógena, pues se cuelgan de sus poltronas, como se cuelgan las lindas ladillitas del vello púbico. O sea se cuelgan, se balancean y se ríen de nosotros. Esto es así, pero también la Historia demuestra que el que se cuelga demasiado del Poder, al final cae y cae por la presión social y también cae por su propio peso, ya que la ambición les enciega y se vuelven unos locos insaciables. Y ahí y en ese momento ya estaremos nosotros con los cuchillos afilados, por lo menos, seguro que yo estaré. ¡LO JURO!
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