¡Buenos días! o casi buenas tardes, pues son las 11,30 de la mañana del día 27 de Febrero. Mi deseo de ayer, el de levantarme como nuevo no se ha cumplido y parece como si una apisonadora me hubiera pasado por encima. Un cuadro de Gripe o de pseudogripe, pues no presento fiebre alta, más bien febrícula, que es una fiebre ridícula, pero el malestar general que da la gripe si lo tengo y es más tengo un dolor agudo en el hemitórax derecho que parece una puñalada trapera. Como soy Médico en principio tiré por lo exagerado, ya se sabe que tendemos a pensar lo peor y me dije, esto es un Neumotórax. Pero después ya me calmé y pensé en un desgarro intercostal.Porque sino los antiinflamatorios que he tomado no me hubieran hecho nada y si han hecho, por lo menos me alivian mientras están en mi sangre. No hay peor paciente que un Médico, pues todo lo que le dice a los pacientes, él personalmente nunca lo cumple. Se pasa todos sus consejos por el mismísimo culo y esas pautas terapéuticas que marcan que la medicación se debe tomar cada 8 horas, por ejemplo, pues el médico las hace a su manera y se las toma cuando le da la gana. Y las duraciones del tratamiento y éste antibiótico debe tomarlo durante 7 días y no debe acortar el tratamiento bajo ningún concepto, vale para los demás, pero no vale para si mismo.
Después está el conjunto de pruebas que te mandan cuando te pones en manos de otro Médico. Yo las cumplo al principio, pero llega un punto donde ya establecí yo mismo el diagnóstico y entonces el resto de las pruebas quedan en el abandono. Y esto pasa cuando uno se pone en manos de otro Médico, pero la mayoría de las veces no te pones en manos de nadie y yo mismo me diagnostico y me trato. Y lo que para los demás pacientes consideras que es una urgencia médica, para ti mismo, es una patología completamente banal.Aunque al principio la tendencia natural del Médico es a exagerar el cuadro que padeces y tiendes a pensar en un Cáncer galopante o en un Infarto masivo o en un Neumotórax bestial. Pero pasada ésta fase, te vas calmando y como si fueras un bipolar, pasas al otro polo del asunto y entonces lo banalizas todo. Del tumor invasivo pasas a un simple dolor de cabeza, de un Infarto pasas a que el dolor fue por un grano infectado.
Ser objetivo con uno mismo es una de las cosas más difíciles de hacer. Con los demás puede que lo seas y sobre todo si se mantiene esa distancia terapéutica con el paciente, pues si es alguien próximo a ti, ya pierdes objetividad y si, por ejemplo, es un hijo, ¡apaga y vámonos!. Bueno esto lo digo en asuntos graves y urgentes, asuntos que te ponen de los nervios y que te desequilibran personalmente. Y todo porque en el fondo somos seres humanos y no todo es un mundo de objetividad, también entran y mucho los sentimientos y cuando entran estos, se pierde la objetividad.
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