Hoy es un día frío de invierno, pero con la calidez del sol y que ahora mismo acaricia mi espalda. Me encanta el sol invernal, ese sol tímido y calladito, que se sabe que no es el protagonista, pues el protagonista lógicamente y dadas las alturas del año, es el frío. Pero eso, mientras temple mi cuerpo yo me siento agradecido. Son las tres de la tarde y aquí estoy convaleciente, pues mi gran aventura deportiva acabó en una linda Lumbociática.Ya venía de atrás dando ese aviso de amenaza, esa punzada siempre latente y ese premonición de dolor de parto. Y ahora después de mi brillante paliza, pues el dolor asomó su cabeza y ya no hay quien lo pare. Pero como dije anteriormente, yo lo sabía y por tanto si lo tengo es porque me lo merezco. O no es verdad, ¡que cada uno tiene lo que se merece!. Aunque no siempre es cierto, en éste caso si lo es, ¡no querías caldo pues toma dos tazas!. Por lo demás estoy bien, mis pensamientos ahora son claros y ya no son dolorosos y mis sentimientos no lo son tanto.
Llevo tiempo oscurecido de sentimientos. Tuve un gran momento hace ahora año y medio y donde todo fue explosivo y brillante y después y poco a poco me fui encogiendo de nuevo y ahora sigo encogido en mi propio útero. No libero, no me suelto y no me siento libre. Supongo que en parte es porque no quiero, porque me encuentro demasiado a gusto conmigo mismo y porque además creo que a lo largo de mi vida, mi carencia más importante, fue esta, la de no encontrarme bien conmigo mismo.
Claro que lo ideal sería tener de todo y ser libre y al mismo tiempo seguir sintiéndome bien con mi mismo. Pero creo que eso es como pedirles peras al olmo, aunque no por ello, dejo de soñar que se puede ser, "un dos en uno". En el fondo sé que existen esos momentos, pues porque yo ya los he vivido, pero son momentos concretos y muy cortos y en donde supongo que los astros tienen su papel o sea que cada 15 o 20 años se produce un fenómeno de éstas características y por lo tanto, un fenómeno extraño.Y no lloro y no imploro nada. Y no babeo por tener alguien a mi lado, ni me arrastro como un gusano. De momento sigo hacia delante y mi meta sigue siendo, el conocerme profundamente. Si hace falta me desgarro y me abro como una lata y veo y observo de que materia estoy echo por dentro y si soy la persona que creo que soy o en realidad soy un espejismo. Esa es mi tarea prioritaria y no es fácil llegar a ella, pues hay días en que me colgaría de un pino y hay otros en que me comería a besos. Ya se sabe el fenómeno "Margarita": hoy sí me quiero y mañana no y sí y no y así todos los días. Y hoy es un día en el que me tocó el si de quererme y por ello puedo decir: ¡Qué hoy si me quiero!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario