MIS HERRAMIENTAS DE ESCRITORIO

Como me gustan las herramientas de escritorio, me piro por los lápices o rotuladores o por los cuadernos bien hechos. Bueno en general por todos los complementos que debe tener una buena mesa de escritura. Me acuerdo cuando estaba de Médico de cabecera, allá por el Neandertal, (ahora soy un médico sin cabeza), que me regalaban cantidad de esas tonterías, bueno a mi  y a todos los médicos. Es más, había parte del personal que ya estaba harto de tantas pegatinas y separadores y cachibaches para meter los bolis y lápices y yo ejercía de aspiradora y todo iba a parar a mi buchaca (bolsillo).

Y ya sé que cuando se tiene tanto, no se aprovecha, pero eso a mi no me importaba, sino lo usaba ahora ya lo usaría más adelante. Y me encantaba años después descubrir esos pequeños tesoros. Bueno pues a veces me contengo de no entrar en librerías llenas de cachibaches como estos, pues si entro la cago, pues por mí me lo llevaría todo. Y no solo me da por estos complementos sino y también me da por los flexos. Tengo la casa llena de flexos, éste porque es antiguo, éste porque da mucha luz, éste porque es cómodo y éste porque me sale de los cojones.

O sea que complementos y flexos y me faltan las mesas. Las mesas de estudio, pues también tienen su aquél, tienen que ser cómodas y que tengan la profundidad necesaria para después poder extender toda la metralla que necesito tener delante. Porque faltan las carpetas, carpetas de todos tipos y de todas las formas. Y los folios en blanco, montones y montones de folios acumulados. Y archivadores, archivadores a patadas y después casi no archivo nada, pero tiene que estar, porque sino falta algo. Para mi una mesa de estudio es como un taller de un mecánico, necesito tener todas las herramientas a mano, aunque estén es ese orden desordenado,  y eso que me falta un calendario de tías en pelotas, como tienen los mecánicos que se precien.

Por último, no podía olvidarme de los bolígrafos. Bolígrafos de todos los colores y con todo tipo de punta. Éste de 0,4 y negro, éste de 0,2 y es azul y el otro de punta gruesa y el otro de punta fina. Y los Rotuladores, los rotuladores son mi debilidad especial, y los rotuladores fluorescentes los que quiero buenos y de alta gama y por supuesto de todos los colores, yo lo rotulo todo y cuando digo todo, es todo. Yo si me quedara en una Isla desierta solo necesitaría éstas cuantas cosas, lo de la tía en pelotas como que paso, pues yo solo necesito todo tipo de rotuladores y bolis y una buena pira de folios en blanco. Y ahí sería feliz y feliz como una perdiz.

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JULIO CORTÁZAR