Hoy acabo de descubrir que aparte del Armario hay el Almario. En uno se guarda la ropa y en el otro se guarda el alma. Y esto es verdad, pues hay días en que uno se deja el alma en casa o se la deja cuando llega a casa y ese sitio se llama, Almario. Hoy lo descubrí y a través de un poema de mi admirado Mario Benedetti y que se llama así, Almario.
ALMARIO

A veces guardo el alma en el Almario
porque me condiciona su inocencia
y tengo asuntos varios entre manos
que deben barajarse con astucia
yo sé que el alma sufre esos riesgos
pero qué voy a hacer / la vida manda
y hay problemas domésticos y públicos
que deben enfrentarse sin perdones
cuando por fin la saco del Almario
con sus alas más bien alicaídas
pálida como nunca me contempla
con tristeza y un poco de rencor
Bonito eh¡ y original. Almario o sitio de guardar el Alma. Y no solo se guarda en el día a día, también yo la guardo al comienzo de cada estación. En ese período que se llama Transición. Dejo pasar los primeros días desalmado (sin alma) y así después la saco nueva y reluciente del Almario. A veces pasa que esa transición se prolonga en el tiempo y eso me confunde y hace que saque y vuelva a meter el Alma en el Almario. Yo cuelgo el Alma en el Almario y le pongo bolas de Naftalina y para que así se conserve mejor. Por eso a veces ando sin alma y solo soy un cuerpo de carne y hueso. Y ahí soy un sin Alma o un desalmado. Pero la mayoría de los días ando con el alma en vilo y todo por buscar algo que me quite esa desazón. Y entonces, soy un alma en ebullición.
ALMARIO

A veces guardo el alma en el Almario
porque me condiciona su inocencia
y tengo asuntos varios entre manos
que deben barajarse con astucia
yo sé que el alma sufre esos riesgos
pero qué voy a hacer / la vida manda
y hay problemas domésticos y públicos
que deben enfrentarse sin perdones
cuando por fin la saco del Almario
con sus alas más bien alicaídas
pálida como nunca me contempla
con tristeza y un poco de rencor
Bonito eh¡ y original. Almario o sitio de guardar el Alma. Y no solo se guarda en el día a día, también yo la guardo al comienzo de cada estación. En ese período que se llama Transición. Dejo pasar los primeros días desalmado (sin alma) y así después la saco nueva y reluciente del Almario. A veces pasa que esa transición se prolonga en el tiempo y eso me confunde y hace que saque y vuelva a meter el Alma en el Almario. Yo cuelgo el Alma en el Almario y le pongo bolas de Naftalina y para que así se conserve mejor. Por eso a veces ando sin alma y solo soy un cuerpo de carne y hueso. Y ahí soy un sin Alma o un desalmado. Pero la mayoría de los días ando con el alma en vilo y todo por buscar algo que me quite esa desazón. Y entonces, soy un alma en ebullición.
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