Me gustaría sentarme en una vieja silla
y junto a una mesa de roble
y posar un libro sobre ella
y solo dedicarme a contar estrellas.
Una grande y cinco pequeñas,
una lúcida y tres opacas,
una inmensa y otra lacia,
y de vez en cuando ver
la fugacidad de su existencia,
y pedir un deseo intermitente,
y ahora quiero vida
y ahora quiero muerte,
y para al final,
no saber lo que quiero.
Me gustaría sentarme en una vieja silla
y estar a la sombra de una higuera,
ver como se mueven sus hojas
y como se caen los higos maduros,
y alguno caerá sobre mi mesa de roble,
o sobre mi libro cerrado
y con eso puedo decir,
que mis deseos se han cumplido
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