DECISIÓN Y DUDA

Al final a las 10,30 de la mañana, caí en un profundo y confuso sueño y pensando en que iba a dormir 1 hora y realmente fueron 3 horas. Supongo que eran las que necesitaba. Pero tuve un sueño muy raro y extraño. Yo era Yo, pero un Yo dividido en dos Yos. Por un lado estaba el Yo seguro o el que no dudaba y por el otro lado estaba el Yo dubitativo o el que no decidía nada. El Yo seguro era una máquina de tomar decisiones, todo estaba superclaro y sino lo estaba también se hacía igual o sea un Yo decidido y descarado. El otro Yo no decía nada, solo dudaba.

Pues entre los dos Yos discutían y discutían, pues el que actuaba o sea el Yo decidido, le increpaba al otro Yo, que no decidiera nada y al revés, el Yo dubitativo solo esperaba a que el otro metiera la pata y así darle un repaso. Y Yo en el medio de los dos, llevando hostias por los dos lados. Al final no hubo vencedor en el combate, pues creo que hasta yo me cansé en el sueño de tanta discusión de gilipollas. Y todo empezó porque me dormí pensando en algo que tengo que decidir y en la vida real del hoy, es verdad que tengo esas dos posturas planteadas.

Porque por un lado tengo claro que si me voy unos días de vacaciones quiero disfrutar de esos días, pero, pero y pero. Pero tengo un escollo importante o una dificultad añadida y esa dificultad al final me puede joder o no la fiesta. Depende y depende de como me tome yo las cosas, pues si estoy seguro de mi mismo y no va a afectar mucho ésta historia, al final disfrutaré a lo loco. Pero al contrario si estoy dubitativo e inseguro, puede que me joda esos días de vacaciones.


Y claro podía decir, no vayas y asunto solucionado y en conclusión, irme tranquilamente a otro sitio. Pero resulta que tengo muchas ganas de ir a ese sitio determinado y es que quiero ir y voy a ir, pero tengo que estar preparado para que me afecten lo mínimo las dificultades. Y eso y por decirlo de alguna manera no es cuestión de voluntades, me refiero a el  como está uno, es cuestión  de estar de una forma o de la otra.

Después se pueden pulir cosas y mecanismos para que no te salpiques, pero lo fundamental es lo que digo, o estoy seguro y decidido o estoy inseguro y dubitativo o un mucho de uno y un poco de la otro. Pero si estoy decidido debo dejar poco margen de actuación al yo dubitativo, porque sino es mejor cambiar de plan y punto. No sé puede elegir tú forma de estar, pero sí puedes escorarte más hacia un lado que al otro y si por el camino empiezas a dudar más de lo debido, hay que estar muy atento y solo para dar la vuelta cuanto antes o para cambiar de sitio o de ciudad o de todo.Y dudar es bueno y muy bueno, pero cuando la duda se convierte en sufrimiento, hay que saber decidir y cambiar el chip.

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JULIO CORTÁZAR