Y ahora estoy pendiente de que me contesten de una Clínica Privada de Medicina. Hoy es el día D o día decisivo. Por un lado quiero y ¡qué remedio!, porque necesito pelas y no tengo más argumentos, solo el asqueroso dinero. Y por el otro ya queda más que clara la respuesta, si solo es por la pasta ¿qué interés puedo tener?, pues solo ese y ninguno más. Por la Medicina propiamente dicha, no va a ser, pues soy de los que pienso que la medicina no es un negocio o no debería ser y por tanto, en la medicina privatizada poco se puede aprender, a no ser que sean técnicas.
O ese catarro que se puede complicar y por si eso pasa, es mejor ingresarlo en la UCI y con carácter preventivo y así se hace una linda factura a su seguro de su preciosa estancia en la UCI. Para que después no se diga, que no se hace prevención médica en las Privadas. Si solo las malas lenguas hablan mal de éste tipo de medicina. Después en la UCI se le lleva un bonito ramo de flores y además todos los días el desayuno y en su correspondiente bandejita y con su periódico del día.
Bueno, pues el tío que tiene que llamarme no me llama y ya empezamos bien. Bueno en las Privadas a esto hay que acostumbrarse, a tener paciencia y paciencia y sobre todo hay que acostumbrarse a la jerarquía. Si el tío no te llama es porque no puede o porque está ocupado o porque no le sale de las pelotas, pero para ti siempre será porque está currando o está liado en cosas más importantes que ponerse a resolver tu vida, aunque en mi caso solo sea una parte de mi vida.
Paciencia y sumisión y si hay que chuparla, pues se chupa y si hay que poner el culo, pues se pone y varias veces, vamos las mismas veces que diga el jefe. Yo que había jurado no volver nunca jamás a currar en una Privada y ya veis lo calzonazos que soy, que ahora casi no respiro esperando la respuesta del amo. Si ya decía yo, hay que saber ladrar por lo bajines y no pregonar nada a los cuatro vientos, porque después pasa esto y quedas como quedas y quedas como se dice, como perro ladrador que es poco mordedor.
Y ahora tendré que hacer un curso intensivo de gestión de gastos y cuidado con esa gasa y no la tires, que sirve para el otro enfermo. Bueno mientras no llegue la cosa a hacer radiografías que en realidad no haces o sea, haces que las haces pero en realidad las sacas de un archivo y donde se acumulan radiografías de otros pacientes. Después le facturas por ejemplo la radiografía de otra mano humano y asunto arreglado. Al fin y al cabo, todos somos seres humanos. El tío además se va contento y aunque su dolor fuera del riñón, pero se va sin exposición a los rayos y con una radiografía perfecta de su mano. ¡Qué más puede pedir!.
O ese catarro que se puede complicar y por si eso pasa, es mejor ingresarlo en la UCI y con carácter preventivo y así se hace una linda factura a su seguro de su preciosa estancia en la UCI. Para que después no se diga, que no se hace prevención médica en las Privadas. Si solo las malas lenguas hablan mal de éste tipo de medicina. Después en la UCI se le lleva un bonito ramo de flores y además todos los días el desayuno y en su correspondiente bandejita y con su periódico del día.
No se le enciende un puro habano y porque al parecer está prohibido. Y claro, la estancia en la UCI siempre se alarga y porque al tío paciente solo le falta que le traigan unas titis en pelotas. Si en la viña del señor todo está estudiado y ¿quién dijo miedo habiendo Hospitales Privados?. Yo os acabo de demostrar que no, que no hay que tener miedo, miedo solo hay que tenerlo cuando realmente estés jodido, pero eso harina de otro costal y que ya tocaré otro día.

No hay comentarios:
Publicar un comentario