Y hoy es Jueves y día 5 de Junio. Y hoy la mañana es todo un acontecimiento, pues en dos años es la primera mañana en que me he dedicado a no hacer nada. Sobé como un cerdo y hasta las 11 de la mañana, después desayuno y lectura del periódico y posterior charla en el bar, ya se sabe hablando de tonterías, que es lo mío. El día sigue plomizo y bochornoso y por tanto hace calor húmedo. Y se anuncia con fuerza el verano y ya está avisando que éste verano hasta se van a cagar los pajaritos. Con lo poco que yo soporto los calores húmedos y además me recuerdan cuando yo llegué a la Isla.
Pues yo llegué a ésta Isla remota cuando fue la última ola de calor y en pleno mes de Julio de hace más o menos 10 años. Y con ese calor pegajoso empecé aquí mi aventura.Y en pleno mes de Julio y de aquellas y en ese mes en concreto, era difícil encontrar un alquiler en condiciones y por tanto dimos con nuestros huesos en un piso y en la última planta de un edificio, dato importante éste, pues le pegaba el sol todo el día y aquello se convertía en una pecera de agua caliente. Busqué un aparato de aire acondicionado portátil y nada, estaban agotados y al final con un ventilador hubo que hacer el amaño. Ducha en agua fría antes de meterse en cama y cuando te tumbabas ya estabas empapado en sudores.
Noches y noches de insomnio y de sudores profusos. Y ya cuando no podía más y a eso de las 4 o 5 de la mañana me iba una hora al coche y encendía el aire acondicionado y así fresquito dormía esa hora. A veces se me iba el coco y pensaba que estaba en pleno Trópico y no en una Isla perdida en medio del mar Mediterráneo. Bueno y menos mal, que eso sólo pasó ese verano, pero ese verano fue tan duro que me quedó grabado hasta en la médula y para el resto de mis días. Ahora vivo en una casa, casa y tengo y por si acaso, un bonito aparato de aire acondicionado portátil y hasta ahora tuve la suerte de tenerlo que encender un solo mes. Y espero que siga siendo así y que no necesite más de él.
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Pues yo llegué a ésta Isla remota cuando fue la última ola de calor y en pleno mes de Julio de hace más o menos 10 años. Y con ese calor pegajoso empecé aquí mi aventura.Y en pleno mes de Julio y de aquellas y en ese mes en concreto, era difícil encontrar un alquiler en condiciones y por tanto dimos con nuestros huesos en un piso y en la última planta de un edificio, dato importante éste, pues le pegaba el sol todo el día y aquello se convertía en una pecera de agua caliente. Busqué un aparato de aire acondicionado portátil y nada, estaban agotados y al final con un ventilador hubo que hacer el amaño. Ducha en agua fría antes de meterse en cama y cuando te tumbabas ya estabas empapado en sudores.Noches y noches de insomnio y de sudores profusos. Y ya cuando no podía más y a eso de las 4 o 5 de la mañana me iba una hora al coche y encendía el aire acondicionado y así fresquito dormía esa hora. A veces se me iba el coco y pensaba que estaba en pleno Trópico y no en una Isla perdida en medio del mar Mediterráneo. Bueno y menos mal, que eso sólo pasó ese verano, pero ese verano fue tan duro que me quedó grabado hasta en la médula y para el resto de mis días. Ahora vivo en una casa, casa y tengo y por si acaso, un bonito aparato de aire acondicionado portátil y hasta ahora tuve la suerte de tenerlo que encender un solo mes. Y espero que siga siendo así y que no necesite más de él.
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