Y ahora que soy un melocotón en almíbar, ya no puedo cabrearme, pues tengo que ser un tío dulce sí o sí y dulce de sangre y dulce de formas y dulces son mis besos y dulces son mis días. Es jodido esto de tener que ser dulce empalagoso y pringoso y todo porque mi sangre es azúcar diluido. Pero bueno, ya vamos mejorando y ahora ya no soy un merengue derretido, ahora soy un tío que voy por el buen camino y a lo dulce lo repudio. Tengo voluntad para eso y para mucho más y puedo comerme al mundo sin azúcares añadidos.
Y no todo es cuestión de voluntad, es más bien cuestión de cambiar el chip en el disco duro. Si uno entiende lo que le puede venir encima por tanto azúcar acumulado en el cuerpo, pues resulta relativamente sencillo, el cambiar los hábitos y los alimentos. Como decía el otro, las hábitos saludables, que son hábitos igual y por tanto son automatismos y eso es lo que tengo que cambiar, los automatismos de cada día. Los de la noche no, los de noche consisten en echarse una paja antes de sobar y después soñar con los angelitos.
Los del día, son los que tengo que cambiar. De momento voy arrasando y ya estoy en el otro lado de la película y cumplo y de que manera lo establecido en la puta dieta. Ahora como finolis y como una pieza de fruta y un yogurín desnatado y una insípida lechuga y mucha y mucha pechuga de pollo o de pavo. Siempre dije que lo que comes moldea tú carácter y también tú cuerpo y ahora empiezo a estar más delgado de cuerpo y más fibroso de carácter, ahora soy un tío duro que solo sabe a pechuga de pollo de granja
y a lechuga de invernadero.
Y no todo es cuestión de voluntad, es más bien cuestión de cambiar el chip en el disco duro. Si uno entiende lo que le puede venir encima por tanto azúcar acumulado en el cuerpo, pues resulta relativamente sencillo, el cambiar los hábitos y los alimentos. Como decía el otro, las hábitos saludables, que son hábitos igual y por tanto son automatismos y eso es lo que tengo que cambiar, los automatismos de cada día. Los de la noche no, los de noche consisten en echarse una paja antes de sobar y después soñar con los angelitos.Los del día, son los que tengo que cambiar. De momento voy arrasando y ya estoy en el otro lado de la película y cumplo y de que manera lo establecido en la puta dieta. Ahora como finolis y como una pieza de fruta y un yogurín desnatado y una insípida lechuga y mucha y mucha pechuga de pollo o de pavo. Siempre dije que lo que comes moldea tú carácter y también tú cuerpo y ahora empiezo a estar más delgado de cuerpo y más fibroso de carácter, ahora soy un tío duro que solo sabe a pechuga de pollo de granja
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