SERIOS

Es que de vez en cuando hay que ponerse serios y así poner las cosas en su sitio y porque sino te toman por gilipollas o por un payaso del trabajo o de la Aldea. No hay como echar de vez en cuando, un jarro de agua fría y para que vayan bajando su temperatura y por que sino pasa como en el circo, en donde crecen hasta los enanos. Y una de cal y otra de arena y una caricia después de la de arena, una caricia dialéctica, tal como eso que se dice, tampoco lo haces tan mal,  y tú para tus adentros, mamón de mierda.

La verdad es que podía ser mejor hablado, pero mi lenguaje ya no hay quién lo arregle. Si yo nací en un suburbio medio pijo o sea en un suburbio que hacía linde con los pijos. Y así salí yo, suburbano, pero con aires, no sé con que aires, pero mi madre me decía que tenía que aspirar los aires de la clase más pudiente y ya que los tenía al lado o cerca de mi casa, solo era cuestión de aspirar fuerte. Y por mis fosas nasales entró lo más exquisito de Vigo, pero salió igual mierda por el culo.

Pero poco me quedó de todo eso, quizá mis buenas formas y que solo duran dos minutos, quizás mis buenas palabras y hasta que me cabreo, quizás qué?, quizás y como conozco a los pijos, me quedó el odio resentido. Siempre mirándote por encima del hombro, siempre despreciándote, siempre viéndote por el rabillo del ojo, siempre mintiendo, siempre ostentando y siempre pisándote. Pero esto mismo me pasa por tener que crecer al lado de los pijos, pero tiene su ventaja, que los conoces antes que nada y así ya sabes por donde hay que darles más fuerte.

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JULIO CORTÁZAR