EL LEÓN DE LA METRO

 Los excesos se pagan y yo estoy pagando uno, dormí en exceso y porque me costó dormir y porque además estaba muy cansado. Y se sabe que cuando vas pasado de cansancio y no sé el porqué, pero cuesta conciliar el sueño, pues en realidad debía ser al revés. Pero una vez más queda demostrado que la vida no es suma ni una resta matemática, ni la lógica explica su funcionamiento y que la vida funciona de otra manera distinta. A lo que iba antes, de tanto dormir ahora tengo una empanada mental de mil cojones y además ya son las 3 de la tarde y ya es la hora de comer.

Por ese exceso ahora estoy pagando el pato y se me juntan las ganas de comer con las ganas de escribir.Ya quisiera yo, haberme levantado a las 6 de la mañana y que ahora fueran las 10 y toda la mañana por delante. Una hubo época que duró unos meses, en que me gustaba levantarme a las 5 y media o a las 6 de la mañana y darme un paseo mañanero y ahí conocí bien y hasta el fondo a la madrugada y descubrí su extraordinaria belleza.

Tiempos no tan lejanos, hace dos años solamente, pero también era cierto que a las 10 de la noche estaba en la piltra. Y ahora me estoy pensando el volver a coger esa costumbre y cuando el sol despierte yo también lo haga y entre la bruma mañanera surja el León de la Metro, que soy yo, por si no quedaba claro. Cambiar de costumbres y cambiar de métodos, cambiar el esquema vital a veces se hace imprescindible, bueno se hace, si realmente quieres dar un paso hacia adelante, porqué sino sigue con la luz apagada y durmiendo hasta las 10 de la mañana, ¡CACHO CAPULLO!.

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JULIO CORTÁZAR