EL MENSAJERO

Joder, ayer metí la pata y me cagué en mi mismo y porque pensaba que era día 2 y efectivamente era día 2 y no el 3, el 3 es hoy. Exceso de celo conmigo mismo y ganas de machacarme. Si lo he dicho siempre, la primera idea es la que vale y si mi intuición me decía que era día 2, pues tenía que ser la opción verdadera. A veces se me va la pinza conmigo mismo y me hago trajes a la medida. Y de esto salió un escrito: "Me olvido..." y no sé si me olvido, pero tengo que reconocer que metí la pata.

Total estoy de vacaciones y me da igual el día en el que vivo, me da igual hasta que se acerque la fecha de vuelta al cole. Para mi estos días sólo se diferencian por el tiempo que hace y por las diferentes alternativas que se presentan, que no suelen ser muchas, por desgracia, pero si se presenta una hay que cogerla por los cuernos y no soltarla. ¡Quién sabe cuanto tiempo pasará hasta que se presente otra!. Bueno, aunque la cosa va por rachas y ya se sabe que cuando menos lo esperas salta la liebre.

O sea que debo estar atento, atento a lo que ocurre a mi alrededor y agudizar todos mis sentidos. Sé que un día un hecho cambiará mi historia, pero también sé que cuantas más ansias deposite en que eso ocurra, más tarde ocurrirá. Y no sé si ese hecho tomará forma de persona, animal o cosa, pero que importa el envase importa el contenido. Yo mientras tanto, espero y espero sin dejar de estar atento, pues hasta una mosca que vuela o esa hormiga que anda por mi cocina, pueden ser el verdadero mensajero del hecho que espero.

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JULIO CORTÁZAR