Y ahora que estoy llegando a mi objetivo de los 3.000 escritos ¿qué hago?. Me quedan sólo 26 escritos y ahora con éste, 25, para completar éste etapa y tengo que prepararme para la venidera. O me rindo y dejo de escribir y me dedico por ejemplo a la agricultura ecológica y así cultivo champiñones sobre mis cojones o me pongo otra meta, por ejemplo la de llegar a los 5.000 escritos y por tanto sigo adelante con mi Blog. Difícil situación, aunque las dos posturas no son incompatibles, puedo dedicarme al cultivo de champiñones al mismo tiempo que sigo escribiendo.
Claro que si hago las dos cosas y por el simple paso del tiempo, tengo que dar un cambio a mi Blog. Otra estructura, otro diseño, otras fotos, otros cuadros y también conseguir otras forma de mostrar su contenido o sea otra forma de hacer los escritos. Vamos que necesito darme un toque creativo y para no aburrirme a mi mismo y a los demás. Pero bueno, de creatividad voy más que sobrado, sólo tengo que ponerme a ello y pariré una nueva y dulce criatura.
Creatividad mucha y en cambio pasta ninguna, que mal está repartido el mundo. Porque si llego a tener pasta ya tendría a un currante que haría el trabajo sucio, el de aporrear el teclado y a otro, para que me concertara citas y entrevistas con la prensa mundial. Y por supuesto, tendría una Imprenta propia, siempre me gustó el submundo de las imprentas y con sus olores a tinta recocida. Y saldrían libros estelares e igual que se hacen los churros, saldrían todos en cadena. Yo lo único que sé, es que ahora delante de éste microordenador no estaría, a lo mejor estaría recogiendo mis plantaciones de champiñones.
Claro que si hago las dos cosas y por el simple paso del tiempo, tengo que dar un cambio a mi Blog. Otra estructura, otro diseño, otras fotos, otros cuadros y también conseguir otras forma de mostrar su contenido o sea otra forma de hacer los escritos. Vamos que necesito darme un toque creativo y para no aburrirme a mi mismo y a los demás. Pero bueno, de creatividad voy más que sobrado, sólo tengo que ponerme a ello y pariré una nueva y dulce criatura.Creatividad mucha y en cambio pasta ninguna, que mal está repartido el mundo. Porque si llego a tener pasta ya tendría a un currante que haría el trabajo sucio, el de aporrear el teclado y a otro, para que me concertara citas y entrevistas con la prensa mundial. Y por supuesto, tendría una Imprenta propia, siempre me gustó el submundo de las imprentas y con sus olores a tinta recocida. Y saldrían libros estelares e igual que se hacen los churros, saldrían todos en cadena. Yo lo único que sé, es que ahora delante de éste microordenador no estaría, a lo mejor estaría recogiendo mis plantaciones de champiñones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario