Después dicen que quejarse no vale de nada, pues están muy equivocados los que lo piensan, pues en el anterior escrito me había quejado de la quietud del tiempo y Dios me ha oído y me ha mandado un poco de aire, una suave brisa que tampoco es para echar cohetes, pero algo es algo y es más que nada. Total para él, la cosa es muy sencilla, enciende el ventilador que tiene a su vera y asunto zanjado. Y yo no sabéis como estoy de agradecido, pues puedo hasta respirar aire no contaminado.
Porque ésta Isla es muy verde y tiene aguas cristalinas y todo lo que se quiera, pero ésta Isla está en la Tierra y la verdad es..., es que no hay rincón en la Tierra que no esté contaminado. Todo está contaminado, lo que comemos, el agua que bebemos, el aire que respiramos y hasta el agua en donde nos bañamos. Y eso que ésta Isla es como una especie protegida y es Reserva de la Biosfera y se le pueden poner muchas medallas, pero está situada en un mar contaminado, que es el Mediterráneo.
Y éste mar tiene tela, pues son muchos los países que le rodean y todos y absolutamente todos, volcando su mierda y esto va a acabar como cuando Jesucristo hizo el milagro de andar sobre los mares, de tanta mierda acumulada el mar acabará haciéndose sólido, sólido de mierda, pero sólido.
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