DESEOS INCONFESABLES

Y ya casi acaba éste mes, día 29 de Octubre y faltan dos días para su muerte anunciada. Muere el mes de Octubre pero muere en su día de fiesta, día 1 de Noviembre o día de todos los muertos. Me hace gracia lo de todos los muertos, pues eso indica que los muertos son todos iguales y entonces supongo, que no hay clases sociales, ni unos mandan y otros obedecen, ni hay Presidentes, ni regímenes totalitarios, entonces la cosa debe ser una parte de anarquía y la otra de contubernio.

Pues es una pena, porque eso es lo que yo quería en la Tierra. Y mira que tener que esperar a morirme, para vivir en una sociedad sin clases. Pero bueno, como al final de sus días los cristianos y musulmanes tienen como premio el ir al Cielo y a lado de Dios, los que no somos de ese palo, también tenemos nuestra propia recompensa y es una sociedad libre e igualitaria. Por lo menos tenemos algo en el horizonte, aparte del Ocaso, que es la funeraria que se encarga de que el féretro sea de madera de Ikea y que el ramo de flores sea de plástico.

O sea que el mes de Noviembre no puede empezar de mejor manera, desfiles y fiestas de muertos y no sé si orgías, pues a lo mejor una vez muertos nos quedamos como los ángeles, ¡sin sexo! y ese pensamiento sí que me deprime, pues el no poder echarme un polvo sobre una nube algodonosa, era uno de mis deseos más inconfesables.

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JULIO CORTÁZAR