EL MISTERIO DE LA PIERNA ORTOPÉDICA

Dime de que pie cojeas y yo te buscaré la prótesis. Me acuerdo que hace mucho tiempo, vamos que hablo de mis tiempos de estudiante universitario, cuando vivíamos en manada o mejor dicho, en una cochiquera donde mal convivíamos cuatro o cinco cerdos, que una vez abrí un armario y por arte de magia, apareció una pierna ortopédica. Qué no pasa nada, una pierna ortopédica es una pierna que imita a la pierna humana, pero en seguida nos miramos a ver a quién le faltaba una pierna y sobre con ese agobio que se coge cuando piensas, en que coño estaba pensando y menuda empanada tengo para no haberme fijado que a alguno de nosotros le falta una pierna.

Después nos enteramos que era la pierna de un amigo de alguien y que con la borrachera del día anterior se le había olvidado en ese armario. Si después, todo resulta más simple. Pero claro, surge la pregunta del millón ¿como un tío se puede ir para su casa sin la pierna ortopédica?. Porque vamos a ver o el tío se fue arrastras y por lo tanto, no echó de menos su pierna ortopédica o no encuentro otra explicación. Colocado y muy colocado, seguro que estaba, pero no creo que se pudiera ir andando, o no?.

El Misterio de la Pierna ortopédica, le podía llamar al libro. Porque mira que han pasado años y años y yo sigo con la misma pregunta en mi cabeza ¿como pudo llegar ese tío a su casa?. También puede que se encontrara con otro falto de miembro y sin más y en pleno globo de alcohol, se la robara. Ya se sabe que borracho, las cosas se acoplan más y además, encajan. Yo que sé, el caso es que Pierna aún estuvo unos días más en el armario y cuando vino el falto de pierna, yo no estaba y por eso, nunca sabré la verdadera respuesta a mi pregunta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR