¡Joder y joder!, como para no estar contento y subirme por las paredes. Tengo fin de semana de cuatro días y además es el Festival de las Vacas, el concurso de belleza y de a ver que vaca es más bonita. Ya tengo plan de fin de semana, un paseo por la Feria del ganado y a ver como limpian y peinan a las lindas vaquitas, ¡si es que hasta les ponen lazos en el rabo!. Yo siempre pensé que las vacas eran de los animales más tontos que en nuestra madre naturaleza y ahora estoy viendo que me había equivocado, que además de listas, son bonitas. Y eso que no rascan ni el huevo, sólo se pasan el días pastando y rumiando.A todo se le puede encontrar su punto de belleza, lo que pasa es que hay algunos casos en que la tienen demasiado escondida. Linda vaquita, perdóname por no saber apreciar tú belleza. Pero por lo que sí no paso, es en lo de la inteligencia de las vacas, pues son como ladillas grandes que tiene el campo. Viven para comer y seguir comiendo. Bueno de paso, sueltan leche o mejor dicho, hay que exprimirla de sus ubres. Y de la leche viene el queso, la mantequilla, los yogures y hasta el requesón.
Son tontas, pero productivas. Son imbéciles, pero te dan de comer. Son estúpidas, pero te dejan el campo limpio de polvo y paja. Y esos ojos saltones que parecen dos melocotones, pero que no te dicen nada, pues dios las creó sin expresión ocular ninguna. Cuando te dicen que tienes una mirada de vaca, ¡cuidado! porque eso indica que tienes una mirada bonachona y bobalicona, pero vacía de sentimientos. Y además las vacas cagan como cosacas y que cada plasta que echan es un nuevo satélite de la Tierra y no pises ninguna mierda, porque puede que te ahogues dentro del pastel. Pero eso sí, ¡son muy bonitas!.
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