LA TEORÍA Y LA PRÁCTICA

A veces las cosas duelen y pueden ser las mismas cosas que ya te han dicho previamente, pero pasa que según el momento en que te pillen, pueden o no pueden doler. De todas formas somos bastante blandengues y solemos tirar por el lado mártir y ay!! que daño y ay!! que dolor y ay!! que pena de mí y de mi existencia, cuando en realidad el daño es ínfimo y el resto se lo añadimos, para que nos den un consuelo o una palmadita en la espalda. Porque el pobrecito de tí o de mí, nos sirve para ir tirando por la puta vida y aunque sea a base del baboseo de caracol con cuernos.

No pensemos que somos la hostia bendita, pensemos mejor que somos unos pringaos del carajo y porque nadie es eterno y porque nadie tiene el poder de la inmunidad. Somos lo que somos y somos menos de lo que aparentamos y cuando nos tocan los cojones, a veces nos reducimos en cenizas. O sea que nada de héroes incorruptibles y porque todos tenemos nuestro Talón de Aquiles o sea nuestro punto débil. A mi y si me entran por el terreno de los sentimientos, me derrumban como un castillo de naipes y a otro, le entrarán por otro punto vital o por otro punto de su cremallera.

Eso de que somos fuertes e invencibles que se lo pueden contar a otro, que yo ya me he visto en las dos caras de la Luna y sé que lo que es una cara oculta. De fuertes sólo damos la apariencia y algunos la dan mejor y otros ya ni siquiera pueden hacer ese esfuerzo. Pero claro sin esa coraza a ver quién funciona o a ver quién se atreve a dar dos pasos. Esa coraza nos sirve para recibir las primera hostias del enemigo y ya cuando te sientes protegido, te preparas la estrategia para combatirlo y una vez hecho el plan, buscas las armas o herramientas necesarias para llevarlo a cabo. ¡Coño!, si en teoría todo es demasiado fácil.

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JULIO CORTÁZAR